12 avenidas Santander necesitaría Manizales en cuatro años para mantener las mismas condiciones de movilidad actuales, al paso que vamos. Sin embargo, pensar en el aumento de vías como solución resulta literalmente insostenible.

Por una parte, las vías solo solucionan el problema de movilidad en el inmediato plazo, pues crean una demanda inducida y más carros entran a ocupar el mismo espacio, generando nuevamente trancones. Este fenómeno está estudiado científicamente.

Además, encontrar en la ciudad este espacio es una tarea bien complicada, sin contar que el costo estándar de estos proyectos viales podría superar fácilmente el presupuesto anual de educación o duplicar el del Cable Aéreo, por ejemplo.

Es entonces cuando debemos preguntarnos si es esta la ciudad que queremos o si podemos ser más innovadores para avanzar en una ciudad con movilidad más dinámica y limpia.

Precisamente la apuesta por innovar para que la capital caldense sea pionera en movilidad fue uno de los llamados centrales del reciente debate sobre el tema organizado por Manizales Cómo Vamos. La idea fue pensar de manera creativa cómo nos movemos hacia esa ciudad que queremos y que los ciudadanos participaran abiertamente con sus propuestas.

Cabe anotar que la Alcaldía y el Concejo cumplieron la cita con todo el interés y ni qué decir de los gremios, la universidad, corporaciones, iniciativas ciudadanas, transportadores y en general las fuerzas vivas de Manizales.

En fin, es evidente que tenemos que meterle innovación al asunto, pues muchas de las soluciones que se han aplicado en nuestras ciudades -como el pico y placa o más vías para carros- se están desgastando y han demostrado ser insuficientes.

Para innovar, lo primero es tener conciencia de nuestra situación actual, en la que el parque automotor de Manizales ha crecido a un ritmo acelerado: en 2013 unos 3 mil carros y unas 6 mil motos adicionales circulan en las vías de la ciudad. Si ponemos en fila esa cantidad de carros, tendríamos una línea recta de automóviles desde Manizales hasta Chinchiná.

En general, en los últimos cuatro años los carros han aumentado un 41% y las motos un 83%. De mantenerse esta tendencia, para 2017 tendremos unos 63 mil carros y casi 100 mil motos, es decir, casi 1 moto por cada 3 habitantes. ¡Igual a Vietnam!

Corremos entonces el riesgo de estar más temprano que tarde estancados en un trancón. Pero la buena noticia es que estamos a tiempo para actuar. Los expertos invitados al debate Cómo Vamos en Movilidad y los ciudadanos que participaron nos dieron unas claras líneas de acción.

El transporte público debe ser una opción atractiva para todos. Las ciudades reconocidas en el mundo por su calidad de vida se caracterizan por un excelente transporte público, tan bueno que lo usan todos los ciudadanos, sin importar su condición económica. Debe ser más barato, rápido, menos estresante y más cómodo que transitar en carro particular.

En esa línea, para el funcionamiento del Sistema Estratégico de Transporte Público (SETP) de Manizales se espera un documento Conpes y su financiación en un 70% con recursos de la nación desde 2015. Articulado con el Cable Aéreo, esta es una de las apuestas más importantes de nuestra ciudad y nuestro deber como ciudadanos es exigirlo, hacerle seguimiento y apropiarnos de este sistema.

Otra línea fundamental es promover los medios autónomos como caminar y usar la bicicleta. Según la encuesta Cómo Vamos, en Manizales 1 de cada 6 personas se moviliza principalmente a pie. Sin embargo, seguimos privilegiando al carro por encima de la gente, tanto que este año llevamos 7 peatones muertos.

Por fortuna, el gobierno local y las fuerzas vivas están entendiendo que debemos convertir a nuestras ciudades en ciudades para la gente y que el peatón debe ser el rey.

Al mismo tiempo, y por increíble que parezca, en una ciudad de lomas como Manizales, la bicicleta empieza a ganar adeptos. Ya existe un grupo grande de biciactivistas promoviendo la movilidad en bicicleta y la academia, la administración municipal y la empresa privada desarrollan proyectos serios para unir la ciudad con redes de ciclo rutas y con bicicletas compartidas o públicas.

Ahora lo importante es pasar del dicho al hecho. Llevamos muchos años escribiendo documentos preciosos en el papel y que se quedan ahí. Propongámonos -como ciudadanos y gobierno- la meta que en 2015 realmente estén andando esos proyectos en nuestra ciudad.

Por mi parte, yo ya empecé a ensayar el recorrido en bici desde mi casa en el barrio Milán hasta el Centro. Espero -por mi salud y mi ciudad- que me dure el impulso y que nos dure a todos también.