Escribo en Navidad y Año Nuevo, en vísperas de la Feria, tiempo de alegrías y cordialidad de emotivos encuentros familiares. Con los niños villancicos y novenas, aguinaldos natilla y buñuelos. Para las grandes fiestas y Cristal… ¡Como siempre! 
Reinas y tablados, conciertos y exposiciones, y los manizaleños ahí. Su cortesía refinada su comportamiento lleno de decoro y dignidad. Eso es natural en nosotros, y es fruto de muchos años, de muchas ferias, mucho ejemplo y mucha educación. Es nuestro patrimonio más valioso.
Nosotros sabemos divertirnos en tolerancia y con respeto, nuestras tradiciones de buenas maneras y alegría son ejemplo para la nación entera y orgullo de nuestros ciudadanos. 
Habrá corridas de toros, es nuestra tradición y son parte muy importante de la Feria. Mientras la ley lo permita debemos respetar el derecho de los que asisten a este acto anclado en la tradición de muchos manizaleños.
También es época de ventas callejeras que la administración municipal ha sabido organizar y encauzar muy bien. Esperamos que así siga siendo, muchas familias equilibran sus presupuestos con estos ingresos de temporada.
El manejo de multitudes requiere el ejercicio sereno de la autoridad y la continua educación ciudadana.
Las calles no son ambiente propicio para cabalgatas etílicas y tumultuosas, las ciudades están llenas de obstáculos peligrosos para animales y jinetes. Ojalá el buen juicio prime sobre el afán exhibicionista y se trace una ruta rural amigable para los caballos, más segura y estética.
Qué bueno sería que retornásemos a la tradición del pesebre la Estrella de Belén y los Reyes Magos, preponderando sobre impropios paisajes polares llenos de nieve, renos y Papás Noel vestidos con ropas que asfixiarían a cualquiera en nuestro trópico maravilloso.
Feliz Navidad para todos y que el año que viene todo sea mejor para la humanidad.
PS. Ni un solo quemado con pólvora. Eliminemos esa bárbara y peligrosa costumbre.