Seguramente usted ya habrá visto en otros medios de comunicación un titular parecido al de esta columna; y también habrá leído y escuchado mucha información sobre lo mismo. Pero, aún así, sería imperdonable no escribir hoy sobre un tema que resulta obligado para cualquier columna de opinión de temas económicos.
Me refiero al dólar, el mismo que hace un año valía alrededor de $2.000, pero que en los últimos meses ha presentado un significativo incremento, hasta alcanzar el precio más alto registrado en toda la historia de Colombia.
Nunca antes un dólar se había negociado a $2.973 como ocurrió el pasado jueves 30 de julio. Y si bien se trata del precio más alto registrado hasta ahora, nada impide que al final del día de hoy, o mañana, o cualquier otro día próximo o lejano, el récord pueda ser otro.
Pero con base en las causas que tienen al dólar costando hoy casi $3.000, lo más razonable será acostumbrarnos desde ya a multiplicar por 3 cada vez que realicemos ese torturante ejercicio mental de convertir el costo de un artículo en dólares, a pesos colombianos.
Lo cierto es que el precio del dólar es tan impredecible, que hace 12 años, el 11 de febrero de 2003, esa moneda llegó a costar $2.969. Y lo más paradójico es que en ese entonces todos al unísono, analistas, gremios, gobierno y demás autoridades económicas, expresaban sus lamentos porque consideraban que ese precio era muy bajo y esperaban que llegara a los $3.000, lo cual nunca ocurrió (www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1583907).
Pero desde esa época hasta hoy el precio ha estado marcado por una serie de altibajos llegando a valer incluso, hace apenas 7 años, el 19 de junio de 2008, atérrese, la suma de $1.652. ¡Sencillamente increíble!
En fin, si nos atenemos a los acontecimientos que tienen hoy al dólar donde está, lo más probable es que permanecerá caro durante un lapso considerable. Nada hace predecir que su precio volverá a estar cerca de $2.000, sino por el contrario, se mantendrá en el nivel de $3.000 y con tendencia al alza. Veamos solo dos razones.
Uno: Mientras el petróleo continúe con un precio bajo, lo cual es de esperar, el dólar se mantendrá caro. Recuerde que estos dos precios se mueven en sentido contrario.
Y dos: Hay un hecho que puede marcar aún más su tendencia al alza y que no está lejos de suceder. Se trata de la decisión que puede tomar en los próximos meses la Reserva Federal de Estados Unidos (entidad equivalente a nuestro Banco de la República) en el sentido de subir la tasa de interés de ese país. Hoy, esa tasa se ubica entre el 0% y el 0,25% anual. Sí, anual, así como lo lee.
Pero cuando la Reserva Federal comience a subir esas tasas, como ya lo ha previsto, ese día empezarán a emigrar con mayor fuerza los dólares de nuestro país, atraídos por una mayor rentabilidad en Estados Unidos. Y el resultado de ello para Colombia será un dólar aún más caro.
Y aunque nadie, absolutamente nadie, está en capacidad de predecir el comportamiento futuro del dólar, lo cierto es que un alza en la tasa de interés en Estados Unidos ocasionará que el ‘precio más alto de la historia’ sea reemplazado diariamente por uno nuevo hasta que pase la tempestad, el precio del petróleo se estabilice y el dólar nuevamente vuelva a niveles coherentes para la economía colombiana. Y mientras tanto, en Colombia, sufriremos las consecuencias, entre otras, de una canasta familiar cada día más costosa.
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