Fanny Bernal * fannybernalorozco@hotmail.com
Las emociones son las respuestas que tiene un ser humano ante diversos estímulos internos o externos. Cada persona tiene una manera particular de responder o reaccionar ante diferentes circunstancias de la vida e implican en su expresión actitudes, habilidades y destrezas para gestionar y afrontar algunos acontecimientos.
Por ello es importante saber cómo se sienten las propias emociones y cómo llegan y se perciben las emociones de los demás. Es importante entonces desarrollar: observación, autoconciencia, responsabilidad, respeto, tener un adecuado nivel de tolerancia a la frustración y empatía entre otros, para generar interacciones consigo mismo y con los demás de manera saludable o exitosa.
Las emociones son determinantes en la vida de cualquier individuo, avisan cómo se siente una persona. En ocasiones indican el peligro, el dolor, la rabia y provocan respuestas de autocuidado y alerta. En momentos así, se tornan en recursos y aliados para el equilibrio y la salud mental. Hay otras circunstancias en las cuales, las emociones aparecen y provocan conflictos, perturban las relaciones, originan tensiones y daños en las relaciones.
Ansiedad y frustración son síntomas frecuentes en esta sociedad en la que hay quejas frecuentes de soledad, miedo y rabia con los seres queridos y con el entorno. No es nada fácil asumir la vida en estas condiciones, en un medio exigente que presiona y provoca altos niveles de estrés.
Juan afirma que sus días son un caos, considera que se siente como en una carrera, compita y compita, sin llegar a ninguna parte. Odia su trabajo, pero lo necesita, a veces quisiera terminar con todo eso…
Hay emociones que perturban más que otras: Resentimiento, cólera, envidia, celos, deseos de venganza, vergüenza, codicia entre otras; son fardos pesados en el equipaje emocional, son como un resentimiento que quema, un miedo que paraliza, un dolor que enferma, un orgullo que impide ver y escuchar, una culpa que mantiene una herida abierta. Estos son obstáculos que imposibilitan vivir la vida a plenitud y disfrutar de los seres queridos sin ninguna prevención.
Aprender de las emociones es una tarea que debería estar en las agendas de todas las personas, como lo denomina Daniel Goleman: “Alfabetizar las emociones”. Ello se refiere a la estimulación de aprendizajes concernientes a la inteligencia emocional como una manera de fomentar la salud mental y emocional y prevenir la aparición de diversas enfermedades que restan calidad de vida a la vida misma.
Hay otras emociones que aligeran las pesadas cargas emocionales, relajan y permiten ver la vida con optimismo y motivación. Ellas son la alegría, el buen humor, la risa, el afecto, el amor que se da, el que se recibe y se comparte, los gestos de bondad y solidaridad; los cuales de no tener ningún costo, entibian el corazón y alivian las tristezas.
Caben aquí, las siguientes preguntas: ¿Cómo está su equipaje emocional? ¿Lo ha ido cargando o descargando por el camino? ¿Tiene asuntos pendientes para reparar y sanar en este sentido? ¿Sus emociones son obstáculos o recursos para su vida?
* Psicóloga - Docente Universidad de Manizales.
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