Desde el inicio de la vida tenemos la necesidad de alimentarnos para obtener los elementos químicos esenciales para vivir y desarrollarnos. La nutrición es la ciencia de la alimentación del cuerpo, se ocupa de los elementos nutritivos indispensables para su funcionamiento y de los que no puede sintetizar. El cuerpo forma combinaciones esenciales, para ejecutar sus procesos, a través de la digestión, la absorción y el metabolismo, recuperando los elementos nutritivos y eliminando los que no usa como desechos.
Para su existencia fisiológica, el hombre necesita también de otras formas de alimento. De esta manera, el hombre depende del medio ambiente para su subsistencia, necesita del aire, sol, agua y tierra.
El organismo está constituido en un 70% de agua y en 30% de sustancias sólidas como proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas, etc. Esta cantidad debe mantenerse más o menos constante y para ello, el organismo tiene complejos que impulsan a beber si se tiene sed o a comer si se tiene hambre.
El hambre es una manifestación orgánica desagradable, acompañada muchas veces de dolor en el estómago y de una debilidad, ansiedad e imperiosa urgencia de comer. En condiciones normales suelen aparecer de 3 a 4 horas desde la última comida. Esta sensación es algo natural, pero privarse de alimento durante mucho tiempo perjudica la salud mental y física.
Fisiológicamente, el hambre se produce por grandes estímulos que ejercen ciertas sustancias sobre nuestro cerebro. Este síntoma indica que la necesidad de energía del cuerpo no está siendo satisfecha. Así por ejemplo, la hipoglicemia -baja de azúcar en la sangre- estimula el hipotálamo lateral y produce, a su vez, estímulos que nos obligan a comer.
Esta se regula por estructuras cerebrales con una estrecha interacción entre éste, el aparato digestivo y el tejido adiposo. El hambre es también un problema social que afecta a muchos países del mundo con bajo desarrollo económico y es un azote permanente del cual dan fe miles de vidas humanas.
El cuerpo tiene mecanismos de regulación: mientras la sensación de apetito parece despertar, ante la disminución del consumo; ciertas sustancias nutritivas o energéticas de la sangre,
Tenemos mecanismos de regulación: mientras la sensación de apetito parece despertarse, ciertas sustancias nutritivas o energéticas de la sangre como los azúcares y las grasas (como en la hipoglicemia) deberían entrar en juego y gnerara efectos sobre el apetito.
En realidad, es más verosímil suponer que el estado de hambre es permanente y natural en todos los seres vivos (por eso el apetito es estimulante). Hay, en cambio, situaciones de freno o detención que inhiben el hambre. Estas situaciones son la masticación, con productos inertes como el chicle que inducen la sensación de saciedad. El nivel de azúcar en la sangre o glicemia es el encargado de enviar esos estímulos para regular la ingesta de alimentos, por lo tanto el bajo nivel en nuestro organismo nos induce a comer.
*Nutricionista Dietista Clínica
Universidad Nacional de Colombia
Educadora acreditada en Diabetes
saludablearas@yahoo.com.co
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