Desde su inicio el proceso de paz fue escenario en el que, acerca de lo allí discutido, la información se daba a cuenta gotas, entregada a medias o bellamente adornada de todo tipo de distractores, globos o zondas utilizados para ganar tiempo y/o adeptos. Lo primero fue la duración será un proceso de meses, nada está acordado mientras todo esté firmado, no habrá impunidad y, lo último… previa refrendación por el pueblo. En el camino cuantas afirmaciones, frases o “acuerdos” puestos solo como forma de ir ganando tiempo, con la gran promesa de que al final del camino estaba la paz. El propósito esa ganar tiempo mientras se pulían las fórmulas por las que todo llegaría a feliz puerto.
Igualmente, desde el principio, una vez sí y otra también, las encuestas de la opinión pública señalan, con una aplastante mayoría que ronda el 80% que los responsables de delitos de lesa humanidad deben pagar cárcel y no deben llegar al Congreso, mucho menos con curules gratis.
El final del proceso, de nuevo se dice, está cerca, sin que los ciudadanos de a pie sepamos de la misa la media. Puesto que, entre tanto distractor ¿dónde está la verdad? O tendremos más distractores: Que no habrá impunidad porque la justicia transicional permite penas alternativas, que los delincuentes podrán ir al congreso porque sus delitos serán conexos con el delito político y por la misma razón no serán extraditados. Y, puesto que habrá justicia transicional ¿Dónde están la verdad, la reparación de las víctimas y certeza de no repetición? Y, ¿A dónde fueron o irán las armas? ¿Cuándo se cocinó todo esto? No, el cocido aún no está listo. Están listos los ingredientes; de mezclarlos y darles forma se ocupará una comisión especial con funciones constitucionales y legislativas conformada por mayorías seguras e instrumentos ágiles, tres debates para actos legislativos en lugar de ocho y dos en lugar de cuatro para las leyes y, facultades extraordinarias al presidente para dictar decretos leyes con fuerza de ley para lo que se precise.
A propósito de los distractores, inmediatamente salió el presidente a decir que no se trata de un cheque en blanco porque no podrá reformar la Constitución, ni dictar leyes estatutarias o formales, desde luego, un cheque no sirve para girar sobre otras cuentas, pero si no se sabe su cuantía es un cheque en blanco.
El presidente aclaró así mismo, para tranquilidad de todos, especialmente de los opositores, que, con antelación al trabajo de la comisión debía producirse la refrendación del acuerdo por el pueblo. Podríamos entonces estar tranquilos puesto que, según las encuestas, no habrá Congreso y sí cárcel para quienes cometieron crímenes de lesa humanidad. Ocurre sin embargo que, este es el distractor mayor, puesto que lo que se pretende no es una verdadera refrendación. Al pueblo no se le preguntará si está de acuerdo con que los autores de delitos de lesa humanidad no paguen cárcel, ni siquiera si está de acuerdo que paguen con otro tipo de pena. El presidente ya lo dijo: “La constituyente o el referendo son un suicidio” curiosa frase en boca de quien había propuesto un referendo que, ahora se ve, era un distractor más. La palabra suicidio por el contrario sí es muy elocuente, claramente señala el temor a que el electorado niegue, esto es, no refrende. Se acudirá a un acto comicial propio de la llamada democracia plebiscitaria en donde el elector solo puede aprobar o negar. Si lo que se persigue es asegurar la refrendación por qué no acudir a un distractor más. A sabiendas que el acuerdo solo significa la desmovilización de un grupo, fincar la campaña en que con el acuerdo, esto es, el sí, se logra la paz y, con el no, se perpetúa la guerra y, desde luego llamar guerreristas a los opositores.
Ahora sí, todo está servido, un congresito de bolsillo (comisión especial con funciones constitucionales y legales con un procedimiento simplificado, incluyendo un debate en la plenaria del congreso sin facultades para modificar o aprobar y solo improbar por mayoría absoluta, para darle un tinte de constitucionalidad) y, para lo que se requiera, por ejemplo no extradición para el narcotráfico, facultades extraordinarias al presidente. ¡Vaya democracia¡
Coletilla: ¿Por qué, si nada está acordado mientras todo esté firmado, el señor fiscal suspende la imputación de cargos a la cúpula de las Farc?
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