Mi nombre es Daniela Ramírez Murillo, tengo 15 y pertenezco al equipo de robótica de la Escuela Nacional Auxiliares de Enfermería (Enae). Un día, en mis pasadas vacaciones, recibí una llamada inesperada. Una mujer, que me hablaba desde Bogotá, me contó que estaba en búsqueda de jóvenes con talentos especiales y amor por la tecnología para realizar un programa para el canal Disney Channel.
Esto me emocionó mucho, pues existía la posibilidad de que saliera en televisión internacional y de mostrarle al mundo nuestro proyecto, el interés por la innovación y la tecnología y todos los esfuerzos que hemos hecho para salir adelante. Solo quería que me llamaran de nuevo.
El pasado 15 de enero, entonces, la profesora Alba Lucía Giraldo, tutora de nuestro equipo, me llamó y me dijo que un joven periodista de Telecafé le había informado que el canal Disney quería entrevistar a un docente y estudiante del equipo. Me dijo que la elegida para responder a este llamado era yo, junto a mi papá, que también es docente de la Enae. El periodista dijo que iría a mi casa para entrevistarme.
Se dio
Esa mañana, del 17 de febrero, mi papá, quien estaba en el colegio, llamó para avisarme que las personas que me entrevistarían, ya estaban en camino. Minutos después llegaron a la puerta de mi casa un par de mujeres junto con el joven de Telecafé. Me enteré de que la entrevista que me harían sería una especie de casting para analizar si yo debería hacer parte del programa. Empecé la entrevista: di mi nombre, edad, conté por qué me llamaba la atención todo lo relacionado con la tecnología, qué quería estudiar, por qué me consideraba diferente a los jóvenes de mi edad, en qué consistía el proyecto de mi equipo de robótica y cosas por estilo.
Luego, entrevistaron también a mi mamá y le hicieron preguntas similares a las que le hicieron a mi papá en el colegio. Tomaron fotos por toda mi casa y se fueron. Ahora, lo único, era esperar a que me llamaran para saber si había calificado en el programa…
La semana pasada, un hombre llamó a mi papá, y le dijo que había sido seleccionada para participar, que vendrían a compartir conmigo los días 13 y 14 de marzo próximos, que me acompañarían en mi casa y en el colegio.
Y la noticia me tiene demasiada emocionada, pues logré calificar, representaré al colegio y seguro viviré una experiencia inolvidable. Solo espero que llegue tan anhelada fecha y espero tener la oportunidad de contarles cómo finalizará esta experiencia.
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