LA PATRIA | MANIZALES
María Eugenia Bedoya se formó como maestra en la Escuela Normal Superior de Señoritas, hoy Normal Superior de Caldas, promoción 1675. El ser maestra, dice, fue una opción de vida que contempló desde muy pequeña. Asegura que ha sido una vocación cultivada de manera permanente con tacto pedagógico, compromiso y con mucho estudio.
Su historia laboral inicia antes de graduarse como bachiller pedagógica, cuando una institución de carácter privado se interesó en sus servicios y consideró que tenía el perfil para desempeñarse en primaria y bachillerato.
Se licenció, entonces, en Educación Preescolar y Promoción de la Familia. Concentró su atención en la primera infancia, pues "en los primeros grados se estructuran nociones, construyen conceptos básicos y se empieza a consolidar el pensamiento moral", cuenta.
Como producto de su tesis ayudó a organizar el grado transición en una institución educativa rural, a la que regresó años después como docente titular.
Al culminar su labor en el plantel privado, obtuvo un contrato oficial. Orientó desde matemáticas hasta dibujo, pasando por el servicio social del estudiantado. Se vinculó al sistema docente oficial nombrada como 'maestra consejera', pero comisionada a laborar dos años en una institución rural.
Trabajó medio tiempo en una universidad de la ciudad, así empezó su recorrido por la educación superior combinado con la enseñanza en preescolar y primaria. Fue una época laboral intensa, revela.
Años más tarde, la trasladaron a la secundaria de la Normal. Le costó mucho dejar de ser maestra de primaria. Hizo parte del equipo encargado de la construcción del PEI para la acreditación. Además, fue coordinadora de práctica, de pedagógicas y del Programa de Formación Complementaria. Desde hace doce años y hasta el momento es tutora de la Facultad de educación de modalidad abierta y a distancia.
Se presentó a la convocatoria pública para optar por cargos docentes y directivos. Admite que estos roles no estaban dentro de sus aspiraciones, pero se decidió a aplicar como estrategia para calibrar su formación. Fue así como llegó al cargo que hoy ocupa: coordinadora académica, una coordinadora que conserva viva la vocación de maestra.
Foto | Cortesía Normal Superior de Caldas | LA PATRIA
María Eugenia Bedoya es la coordinadora académica de la Escuela Normal Superior de Caldas.
En Santa Teresita (Chinchiná)
Amparo Díaz de Cardona, licenciada y especialista en Administración Educativa, es una de las docentes con más años de experiencia en la Institución Educativa Santa Teresita (Chinchiná).
Actualmente orienta clases de salud, desarrollo humano y arte, de sexto a octavo. En sus 35 años de trabajo en el centro educativo no solo ha tenido la ocupación de enseñar a sus estudiantes sino que también ha aprendido de ellos.
Los chicos la reconocen por su alegría, elegancia y porte. Por intentar siempre buscar nuevas formas de enseñanza para hacer de sus clases momentos entretenidos y acabar con el concepto de que "el arte es la asignatura más fácil".
En relación con su trabajo, la docente expresa: "agradezco a las hermanas de la providencia, al pueblo chinchinense, a todos los que hacen parte de la comunidad educativa y a Dios por darme la gran oportunidad de desempeñarme como profesora, rol por el que he aprendido a ser mejor mujer y a formarme como madre".
Expresa que ha sido una experiencia única que aporta a diario mucho a su vida personal, profesional y espiritual.
* Danna Michell Salazar, corresponsal.
En ColRosario (Neira)
En el seno de la familia rosarista de Neira existen personas que llevan mucho tiempo de servicio. Y los docentes Orlando Aguirre, Fernando Flores y el auxiliar administrativo Jaime Arroyave Álzate son muestra de esto.
El primero ya cumple 40 años como maestro. Orlando es egresado de la Institución, en la que ha sido docente, incluso, de algunos profesores que hoy hacen parte de la nómina de ColRosario. Su labor la ha centrado en la cátedras de Educación Física y Filosofía. Corresponsales del Programa Prensa Escuela hablaron con él.
- ¿Cuál ha sido su mayor satisfacción?
Haber representado durante 30 años al colegio en los Juegos Intercolegiados.
- ¿Qué anécdota recuerda?
Hubo un penal en una final. Cuando el joven fue a patear el balón, llegó un papá del equipo contrario y se llevó el balón para no dejarlo patear.
- Usted es una de las personas que más tiempo lleva en la institución, ¿qué es lo que más destaca de sus demás compañeros?
La solidaridad, cuando los estudiantes presentan dificultades.
* Isabela Betancourt, corresponsal.
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