Isabel Vallejo Jiménez | LA PATRIA
Los despertares en las tiendas de campaña o campamentos de la Ruta Quetzal BBVA son atípicos. Un grupo de titiriteros españoles hace su tarea muy de madrugada: tocan flauta, cantan y bailan, mientras poco a poco los 250 ruteros abren los ojos, salen de sus carpas y se unen al rito. Todavía restan 26 días de esta maratón patrocinada por el banco español, que este año cumple su XXVII edición y por primera vez pasa por nuestro país.
Aparecen el sol, la neblina o cae la lluvia, no importa el clima. Todos procuran por cumplir con lo programado por la expedición, que generalmente incluye en sus jornadas visitas a los lugares más representativos por donde pasan los recorridos, aventuras deportivas, largas caminatas, encuentros académicos y mucha parla.
"Es increíble. Me duele todo, hemos pasado delicioso. Al principio uno veía esto tan lejano y hoy es toda una realidad", dijo el único representante por Caldas, Andrés Mauricio Cáceres, quien al tercer día de viaje ya tenía acento español.
La vestimenta siempre es la misma: botas o chanclas de trocha, camisetas o busos, pantalones o bermudas, gorras o sombreros con pinta de aguadeños. El equipo siempre luce uniformado y listo para la 'guerra'. Algunos ruteros aseguran que los días son largos, pero con el pasar de los mismos, el ánimo se transforma. Van cogiendo fuerza en las piernas y brazos y ahora cargar maletas y andar kilómetros es 'pilado'.
"Es a veces complicado caminar tanto. Los pies se me rasparon por las botas, me ha costado dificultad, pero espero aliviarme para seguir y hacer las otras expediciones", relató la peruana Yulia Isabel Rivera, luego de que debiera retirarse del grupo que ascendía a Pico de Loro, en el Parque Nacional Los Farallones (Cali), el pasado miércoles.
Los 10 anfitriones colombianos, cuyas edades están entre los 15 y 17 años, comparten cada minuto con estudiantes escolares contemporáneos provenientes de Alemania, Argentina, Austria, Bolivia, Brasil, Bélgica, Ecuador, China, Marruecos, Bulgaria, Chipre, Hungría, Eslovenia, Lituania, Malta, Grecia, Estonia, Países Bajos, Rumania, República Checa y 32 países más. Se conocen entre sí sus gustos musicales, artísticos y posturas políticas mientras ingieren las raciones de alimentos, esperan sus turnos para la ducha o se dan chapuzones en lagos, ríos o piscinas.
Hoy la Ruta ya va por su tercera etapa. Después de pasar por Cali, Armenia e Ibagué, los chicos dejan sus huellas por Mariquita - Falán y Ambalema, tal cual a como lo hizo el biólogo, investigador y quien inspiró sus trabajos para ganarse un cupo en este viaje, José Celestino Mutis. LA PATRIA compartió con los muchachos algunas de sus vivencias y a continuación se las muestra en imágenes.
Las molestias estomacales hicieron sus primeros brotes en el segundo día oficial de la Ruta, el pasado 20 de junio, en la caminata al Parque Natural Pico de Loro. Tomar agua no potabilizada ha sido el error más común de los viajeros, pese a recibir indicaciones y portar en su botiquín pastillas para tratar el agua de charcos, cascadas y nacimientos.
La cifra
132 expedicionarios son españoles.
Tenga en cuenta
La Ruta continuará por Guaduas, Honda, Aracataca, Parque Nacional Tayrona, Santa Marta, Barranquilla, Cartagena, Bogotá - Madrid, Cádiz, Málaga, Cartagena, navegación por el Mediterráneo y Sevilla.
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