Las cattleyas pintan de rosa los caminos de Anserma

Llega mayo y con él la exuberante exhibición de las cattleyas, género de orquídeas que se encuentra desde Costa Rica hasta Argentina.

En la región predomina la variedad Cattleya Trianae, declarada como la flor nacional en noviembre de 1936, por su abundancia, vistosidad y tamaño. Su nombre se lo debe al naturalista colombiano José Jerónimo Triana.

La también llamada flor de mayo o lirio de mayo se muestra en todo su esplendor en contraste con el verde del paisaje cafetero. Ella se luce en los caminos veredales, en los balcones de las viviendas, entre los troncos olvidados, como lo muestra Albeiro Rudas en su reportería gráfica por Anserma.

Recorrido

En su recorrido por las vías del municipio, el viajero encuentra las orquídeas que por esta época pintan de rosa los caminos. El tamaño y colorido de las flores son motivo de admiración para quienes la ven, y de orgullo para quienes las lucen.

Por la carretera troncal de occidente, que va desde Anserma a los municipios de Risaralda o Mistrató, se pasa por las veredas de San Pedro, el Vergel y El Rosario. En el recorrido las flores posan para los viajeros, muchos se detienen para admirar el paisaje florecido, disfrutar de este bello espectáculo y fotografiarlas, lo que motiva a los vecinos a cultivarlas y hacerlas partes de su entorno y del Paisaje Cultural.

Anserma

También llamada Santa Ana de los Caballeros, es la abuela de Caldas. Esta fue fundada el 15 de agosto de 1539, por el Mariscal Jorge Robledo. Está ubicada en la subregión del bajo occidente del departamento, al noroccidente de Manizales.

Las cattleyas comparten su belleza junto a otras flores en los balcones de las casas a la orilla del camino.

Anserma, la abuela de Caldas, se ve al fondo enmarcada por las orquídeas que engalanan el Hogar del Anciano.

El paisaje cultural cafetero se engalana con la florescencia de las orquídeas en la finca La Tolda en San Pedro.

La flor nacional se luce con orgullo en las casas campesinas.

El viejo tronco abraza los ramilletes de orquídeas.

En Marapra las cattleyas se ven en todo el entorno.