Así le pidieron matrimonio en el Corredor Polaco de la Catedral de Manizales

Margaret Sánchez 

LA PATRIA | Cereza

Juan Esteban Cardona quería proponerle matrimonio a María Fernanda Castro por lo alto, así que escogió el Corredor Polaco en la Catedral de Manizales: a 102 metros.

Él, ingeniero industrial, aceptó en marzo del 2014 ir a una fiesta del Día del Contador, allí la conoció. Un mes después ya eran novios. “Completamos cuatro años y medio de relación, ya habíamos hablado de la intención de casarnos, de compartir lo que nos falta de vida”, cuenta Juan Esteban. 

Dos meses antes del 29 de septiembre del 2018 comenzó con los preparativos. Definió que el anillo iría en un joyero en madera que tenía grabado el mensaje Encontré a la mujer perfecta, y lo más complicado, armar las 21 letras de un metro de alto por 50 cm de ancho en las que se leería Quieres casarte conmigo. Sus cómplices, familiares y amigos, las ubicarían en la Plaza de Bolívar.

El día llegó, un sábado lluvioso. La excusa para sacarla de la casa fue una invitación a cine. Tenía programado subir al Corredor a las 4:00 p.m. Juan Esteban dice que ella se quedó dormida, María Fernanda sostiene que él llegó tarde. A la final, gracias a la ayuda de los guías, lograron estar en el último recorrido. 

Juan Esteban contrató dos fotógrafos para que grabaran encubierto, ella pensaba que estaban rodando un documental. “No tenía idea de lo que iba a suceder. Hace mucho tiempo no subía al Corredor. Fue un recorrido normal”, cuenta María Fernanda. 

Antes de llegar a la cima, él le dijo a su novia que se sentía mareado, que dejaran pasar a los demás visitantes. “El guía sabía el proceso. Quedamos de últimos, nos dijo que giráramos a la derecha, despacio. Ella quedó mirando a la Plaza de Bolívar. Le dije que la traía para algo, que mirara hacia abajo. El fotógrafo me pasó el anillo y le dije que si aceptaba ser mi esposa”. 

Esto ocurrió con los demás turistas de espectadores. Juan Esteban temía que su novia se desmayara, igual que hace 10 años cuando nació su hermano, Alejandro. “Yo sentí un vacío, que me iba a ir al piso. Fue un susto muy grande, algo inexplicable. Me sentí igual que cuando nació mi hermano”. 

Con autorización del guía la pareja y los dos fotógrafos bajaron de inmediato a la Plaza, donde Alejandro esperaba a su hermana con un ramo de flores, en compañía de los cómplices de Juan Esteban.

El matrimonio será en septiembre de este año. Ahora María Fernanda espera las sorpresas que le tendrá su novio para ese día.