DIEGO FERNANDO HIDALGO
LA PATRIA | MANIZALES

Olores, presencia de moscos y temperatura son síntomas que nos indican que algo anda mal a la hora de elaborar el compost. Sin embargo, no todo está perdido y las soluciones pueden resultar sencillas.
LA PATRIA, con información de la entidad Almanaque Verde, le da algunas sugerencias.

1. Huele a amoniaco

CAUSA
Hay exceso de césped que no se ha mezclado bien con otro material.

SOLUCIÓN
Añada restos secos y mezcle bien.
Conviene no añadir todo el césped al compost de una vez, sino la mitad el día en que se corta y el resto cuando esté seco, unos días después.

2. Huele a podrido

CAUSA
El compost está demasiado húmedo le falta oxígeno.

SOLUCIÓN
Añada residuos secos y revuelva bien.
Durante varios días no aporte residuos húmedos a la pila de compost.

3. Hay mosquitos de la fruta

CAUSA
No significan problema, aunque son molestos.

SOLUCIÓN
Entierre los restos de la cocina entre el material que lleva varios días en la pila de compost.

4. la materia se nota seca y al tocarla se siente fría

CAUSA
Falta humedad.

SOLUCIÓN
Mezcle el contenido de la pila con restos frescos de la cocina.
También puede regar con moderación.

Sobre el compost

• El costo de los abonos lleva a que los productores del campo apliquen un plan B que les permita beneficiar los cultivos y bajar los gastos.
• Una de las alternativas es la producción de abonos orgánicos, que los pueden obtener de los mismo residuos que dejan las cosechas, de las malezas, de las cáscaras, y de la gallinaza y pollinaza.
• La palabra desecho se entiende como lo malo, es decir, los residuos de las cosechas, malezas, las levaduras, las cáscaras, los trozos de caña y por supuesto los excrementos de animales de finca.
• Entre las ventajas están que enriquecen los terrenos en forma natural y económica, disminuyen la tala de bosques al producirse nuevas fuentes de energía como el gas por descomposición, evitan la contaminación del agua, pues ya no se arrojan los materiales orgánicos a los ríos, mejoran las condiciones de los suelos dado que se incrementan los microorganismos benéficos para los cultivos.
• Al cabo de muchas cosechas el suelo pierde gran parte de sus nutrientes, por lo que se debe realimentar con el objetivo de que las plantas den mejores frutos.

Abecé

• ¿Cómo se logra?
• mediante un proceso de transformación acelerada de cualquier fuente de materia orgánica con la ayuda de microorganismos.
• ¿Qué se obtiene?
• gracias a este proceso se logra transformar rápidamente la materia orgánica, en 30 días, en un excelente abono orgánico compuesto.
• ¿Cuáles son los materiales?
• -Materia orgánica (bovinaza, gallinaza, pulpa de café, entre otras): 4 bultos.
• -Residuos de cosecha, hierba picada finamente: 2 bultos.
• -Tierra: 2 bultos.
• -Ceniza: 2 bultos.
• -Miel de purga o agua de panela: 3 kilos.

¿Cómo es la preparación?

• Hacer una capa bien esparcida con los cuatro bultos de materia orgánica.
• Echar el bulto de cal bien distribuida sobre la materia orgánica.
• Hacer una capa con los dos bultos de tierra, continúe con los residuos de cosecha bien regados sobre la pila (hierba bien picada), esparza la ceniza sobre la pila y riegue todos estos materiales con la miel de purga y la libra de levadura diluidas en agua.
• Con una pala mezcle la pila y dele de 4 a 5 vueltas para que todos los materiales queden bien distribuidos.
• Extienda la mezcla sobre una superficie plana y techada, dejando una capa delgada.
• Agregue agua hasta que la mezcla esté húmeda, pero no demasiado.
• La humedad se determina realizando la prueba del puño, que consiste en coger un puñado de compostaje y compromirlo con la mano hasta que se observen pequeños hilos de agua por entre los dedos, pero sin chorrear. Si nota que la mezcla está muy seca, añada un poco más de agua.
• Esta mezcla se debe revolver una vez por semana durante las cuatro que dura el proceso. Cuando la temperatura de la muestra baje, el proceso ha concluido y el abono está listo para ser aplicado.
• La gallinaza o pollinaza empleada como acondicionador orgánico de suelos deberá someterse a procesos de estabilización agronómica que evite riesgos fitosanitarios. Así lo establece una norma del Instituto Colombiano Agropecuario.