Pueblo Nuevo (Pensilvania) ya vivió la guerra, ahora espera la paz

21 AÑOS DESPUÉS DE LA TOMA GUERRILERA EN PUEBLO NUEVO

FREDDY ARANGO

LA PATRIA | PUEBLO NUEVO

"La guerrilla entró a las 11:00 de la noche disparando. Varios tiros impactaron en la puerta de mi negocio, lo llenaron a punta de plomo. En la parte de arriba vivía Ubaldo Mejía. Mientras bajaba por las escaleras, entró una ráfaga, lo atravesó y cayó al piso. El cuerpo quedó atrancando la puerta de la casa, mientras su familia gritaba desesperada".

Mientras un cliente ingresa a la cafetería y lo atiende, hace una pausa en la narración y continúa:

"También murió el policía Luis Alberto Henao Cardona. A pesar de que el ataque duró hasta las 5:00 de la mañana, el resto de agentes salieron con vida porque aguantaron la balacera atrincherados en la Estación de Policía".

Hace otra pausa, su mirada se pierde por un momento, parece que intenta recordar algo y vuelve a la historia:

"Afortunadamente la Estación de Policía había sido construida con adobe relleno de piedras del río Samaná. Esos guerrilleros no fueron capaces de derribarla y corrimos con fortuna de que no existían los cilindros bomba cuando eso", termina su relato moviendo la cabeza lamentando lo ocurrido.

Fáber es el encargado de refrescar la memoria de sus vecinos y contarle a los viajeros lo que sucedió en ese corregimiento, ubicado a 45 kilómetros de la cabecera municipal de Pensilvania. Llegó a Pueblo Nuevo cinco años antes de que ocurriera la toma del Frente Noveno de las Farc, en octubre de 1995, y hoy sigue ahí, en El Antojo, esperando que llegue la paz, esa que jamas pensó vivir.

En medio del patriotismo y la esperanza de que se firmen los acuerdos en La Habana.

El Sagrado Corazón es el encargado de dar la bienvenida a los visitantes que llegan desde los municipio de Nariño y Sonsón (Antioquia).

Las calles empedradas recuerdan el paso de los colonizadores antioqueños por estos territorios.

La presencia de militares ya no es por la inseguridad. Ellos, como sus habitantes, disfrutan de Pueblo Nuevo como un lugar en paz.

Pueblo Nuevo está bien rodeado. Por un lado lo baña el río Samaná y por el otro lo adorna la selva de Florencia.  

Entrando por la vía de Pensilvania a Pueblo Nuevo. La encargada de recibir a sus visitantes es la quebrada Las Mercedes.