Monseñor Luis Horacio Gómez, en la gloria de Dios

FERNANDO RODRÍGUEZ

LA PATRIA | MANIZALES

Todo es bueno en la gloria de Dios a donde fue el monseñor Luis Horacio Gómez González. El sacerdote salamineño murió ayer cerca a las 4:00 p.m. en la Clínica del Corazón, en Villa Pilar.

En febrero del año pasado fue internado en este centro asistencial debido a un infarto, y un mes después sufrió un accidente cerebrovascular,

El arzobispo de Manizales, monseñor Gonzalo Restrepo, lo recordará como un hombre de gran sensibilidad social, de excelente relaciones humanas, sencillo y humilde. "No esperamos que se fuera tan rápido. Estamos tristes, pero dando gracias a Dios", expresó.

En el 2014 fue ordenado obispo de Puerto Gaitán (Meta). Falleció a sus 58 años y sus exequias serán mañana a las 5:00 p.m. en la Catedral Basílica Nuestra Señora del Rosario, de Manizales.

Su hermano Jorge Hernán Gómez expresó que él era muy querido por la comunidad, era simpático, con mucho liderazgo y con disposición para la gente. "Es una pérdida para el país, tenía proyectos muy grandes", aseguró.

El párroco Roberto Ramírez, de la iglesia La Inmaculada de Salamina, lo recuerda como un buen amigo, con ímpetu y amor hacia la humanidad.

Una sobrina suya publicó en Facebook: "Un ejemplo de vida como el tuyo, ninguno. Más que mi tío fue un papá, un excelente consejero".

Trayectoria

Se preparó como sacerdote en el Seminario Mayor de Nuestra Señora del Rosario de la Arquidiócesis de Manizales. En 1991 fue ordenado presbítero, fue vicario parroquial de Aranzazu, párroco del templo Nuestra Señora de Chiquinquirá en Aguadas, de Nuestra Señora de los Dolores y de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, en Manizales. Además, fue capellán del Sena y vicario episcopal de la Administración de la Arquidiócesis de Manizales.

Luis Horacio Gómez nació el 18 de octubre de 1958. Se ordenó como presbítero el 30 de noviembre de 1991 y el 21 de agosto del 2015 como obispo.