Janeth López Henao
LA PATRIA | Manizales
En poblaciones como Marquetalia, Anserma, Pensilvania, Chinchiná, Arauca, Samaná y Salamina llegan hombres desconocidos todos los días en motos a cobrar. Al parecer llegan desde La Dorada, en el oriente, o desde Pereira y Santa Rosa de Cabal, en el centro occidente.
Son miles los caldenses que acuden a agiotistas, usureros, gota a gota, pagadiarios o como los quieran llamar. Muchos terminan acosados con estos préstamos, en los que sus intereses llegan a ser de hasta el 50% diario, según los testimonios. Al que mejor le va, le cobran solo el 10% mensual.
La escena se repite a diario. En Pensilvania, en el oriente de Caldas, por ejemplo, llegan varios motociclistas ataviados con un maletín o con un canguro que se ciñen a la cintura. Parquean en plena esquina del parque principal, a una cuadra del Comando de Policía y de la Alcaldía y esperan que se acerquen los pagadores.
Los prestamistas reciben a decenas de personas que llegan puntualmente a cubrir los excesivos intereses. Ese pago lo registran en unas tarjetas, formalmente impresas, en las que llevan el control.
En Chinchiná es igual. A diario pasan por pequeños negocios o haciendo rondas cobrando en casas. Por lo general andan en grupos de a cuatro y en motos. En Manizales, la historia se repite a la salida de empresas o en sectores comerciales.
Uno de ellos llega al puesto de dulces del deudor y le entrega una cartulinaverde, luego recibe unos billetes enrollados de $2 mil y se va. En lo que dura la transacción solo cruzan miradas.
El cobrador, de unos 25 años, sigue su recorrido hacia otros puntos, mientras sus compañeros se dedican al puerta a puerta en las casas aledañas.
Una víctima del gota gota cuenta: “Cuando me atraso en una cuota debo tener el doble al día siguiente. Esa gente no come cuento, y solo les interesa la plata. Es difícil que los bancos le presten a la gente pobre, por eso toca acudir a este método. Debo $600 mil. Los que se niegan a cancelar lo pactado corren el riesgo de recibir amenazas o agresiones físicas”, dice el deudor.
Solicitar un préstamo es muy fácil. Se necesita fotocopia de la cédula, dirección de residencia y teléfono. En muchos casos visitan la casa donde vive el deudor. Por $100 mil se paga el 20% de interés mensual.
Voluntad y pruebas
En Colombia esta modalidad se expande, en lugar de ser controlada. Un abogado explica que es necesario el compromiso de la víctima, porque muchas veces no están dispuestas a denunciar, y se dificulta el recaudo de las pruebas.
En Arauca (Palestina), la situación no es menos grave. El lunes es el día más temido entre los deudores del corregimiento. Los que no tienen dinero con quécubrir la deuda se esconden o se van a otro lugar.
Según un usuario de este sistema de usura: “hay casos en los que cobran hasta el 50% de interés, todo depende de la necesidad económica que tenga la persona. El plazo va desde un mes, hasta el año. Muchos terminan pagando con sus pertenencias. A otros les ha tocado salir del pueblo”.
El abogado explica: "por lo general, las víctimas nunca acuden acompañados cuando les prestan, así que solo hay dos testigos, nunca hay terceros. Y solo terminan denunciando quienes no son capaces de pagar", explica el abogado.
Agrega que tras las pruebas tienen muchas dudas, como por ejemplo, con la letra que se firmó. Allí generalmente se pone el valor prestado más los intereses, sin discriminar. Esto hace que se convierta en una cifra incierta.
"Las víctimas deben aportar pruebas como audios de las conversaciones o las que tengan, ya que en Colombia hay libertad probatoria", concluye.
Es como el bazuco
"La usura atenta contra los ingresos de los colombianos menos favorecidos y los atrapa en el círculo vicioso de la pobreza. Por esta razón, es una prioridad del Gobierno Nacional vigilar esas empresas", enfatiza la Superintendencia de Industria y Comercio en su página web.
Para un comerciante informal de Viterbo, usuario frecuente de los gota a gota, entrar al sistema de préstamos ha sido como ingresar a un círculo del que prácticamente no se sale. A diario debe pagar $12 mil, sea como sea, paracancelar las tres cuentas que tiene de $4 mil diarios cada una. "A veces se llega tarde a trabajar y si solo hice $15 mil en el día, me quedan $3 mil para el resto de gastos". Pese a esa situación, se justifica en que tiene su pareja y una niña para sostener.
Reconoce que por lo general acude a varios gota a gota para pagar las últimas cuotas de una deuda y dejar para otros gastos. "Tener deudas gota a gota es prácticamente un bazuco disimulado".
Los dejan libres
Un habitante se armó de valor y denunció, lo que facilitó la captura de dos hombres que llegaban con frecuencia a Pensilvania a hacer los cobros. A pesar de que la Fiscalía les imputó el delito de usura y presentó los formularios que les decomisaron, el juez los dejó libres esta semana.
Cuando la Policía los detuvo les encontró $201 mil en efectivo y 29 tarjetas de cobro con membretes en los que se leía: Créditos Hernández.
Según la Fiscalía, quienes desarrollan esta actividad incurren en usura más no en estafa, ya que a la persona no le prestaron el dinero mediante engaños y fue quien buscó al prestamista (ver recuadro qué dice la Ley).
Según la información que los retenidos aportaron, los prestamistas viven en Mariquita (Tolima) y La Dorada. Este sistema de préstamo se ha popularizado, sin que se logren mayores resultados. De hecho, tal como lo informó LA PATRIA hace un par de años, desde nuestra región se ha exportado el método y son decenas los caldenses que andan por Brasil, Chile, Perú, Ecuador, México y Centroamérica viviendo de este sistema.
Qué dice la ley
El Decreto 4450 de noviembre 25 del 2008, expedido por el Ministerio del Interior y de Justicia, indica que las personas que cometen el delito de usura deben pagar una pena de prisión de entre 4 y 10 años además, cancelar una multa de entre 133 y 600 salarios mínimos mensuales vigentes ($91 millones 697 mil 382 a $413 millones 672 mil 400).
El Código Penal establece el delito de usura. "Puede incurrir en este delito el que reciba o cobre, directa o indirectamente, a cambio de préstamo de dinero… que exceda en la mitad del interés bancario corriente", explica en un comunicado la Superindustria.
Actualmente la tasa de usura mensual de algunas entidades es el 2,14% sobre el valor de la deuda. Esto varía de acuerdo con la modalidad del crédito y con los topes de usura permitidos para los bancos. Por ejemplo, la libranza que se descuenta por nómina empieza desde el 1% de interés.
Por su parte, la Cámara de Comercio explica que la actividad de prestamista no existe: "Es como decir que cualquiera puede crear un banco, el único que tiene ese poder de avalarlo es la Superintendencia Financiera. Entonces esta actividad no es legal".
Primera sanción
La Superindustria comenzó el año pasado una ofensiva contra los usureros y ya hay resultados. Sancionó a la sociedad prestamista BCI Empresas S.A.S. (Anticipos Express) con la multa máxima ($1.288 millones 700 mil), y a pagar a las víctimas el doble de los intereses que cobraron. También compulsó copias a la Fiscalía para que investigue el delito de usura en que habrían incurrido Mattew Cordis y Eric Brown, en su condición de representantes legales.
La Súper comprobó que la empresa prestaba dineros con hasta el 250% de intereses. Compraba los salarios y mesadas pensionales, lo cual prohíbe el Código Sustantivo del Trabajo. Los salarios en Colombia pueden servir como garantía de pago de obligaciones de préstamos de dinero sometidos a los límites de la tasas de interés, pero no pueden estar sometidos a compra-venta.
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Al momento de posesionarse el nuevo alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, anunció que abrirá una línea de crédito con Bancóldex y varias ONG, con préstamos blandos y facilidad para el desembolso con el fin contrarrestar los gota a gota. Para la primera línea de crédito se dispondrán por lo menos $20 mil millones.
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