Los árboles, una preocupación en Anserma por la deforestación y el mantenimiento

Albeiro Rudas

LA PATRIA | Anserma

La deforestación es un delito ambiental. En un recorrido por predios del Municipio en la vereda Juan Pérez se verificó que continúa la tala de árboles.

Funcionarios de la Inspección de Policía y de la Oficina de Planeación Agropecuaria y Desarrollo Económico dieron cuenta de que continúa la deforestación en la Serranía de Belalcázar, en predios que adquirieron administraciones anteriores para reforestar y proteger nacimientos de agua.

El alcalde, Alejandro Londoño, impartió directrices contundentes para judicializar y multar toda práctica que atente contra la naturaleza.

En algunos predios de estos se presentan invasiones, pero la falta de un programa de vigilancia y la ausencia de entidades como Corpocaldas incentivan la ocupación, la tala y la quema del bosque que se había formado.

Lo más grave es que cuando llegan las autoridades no encuentran personas para judicializar y en cada visita se da cuenta de que los daños no ceden.

La inspectora solicitó a los habitantes de la vereda Juan Pérez denunciar a los infractores de manera anónima y así este despacho proceder a las investigaciones.

En lo urbano

En Anserma, desde la Administración anterior se habla de la necesidad de tumbar varios árboles y palmas que existen en el casco urbano. Entre las plantas sentenciadas están las del Parque de Bolívar, las de la avenida El Cementerio en el barrio Pablo VI y hasta las recién plantadas en la Plaza de Robledo.

A las anteriores se suman los guayacanes en la glorieta del Hospital y el ubicado frente a la terminal de transporte. El argumento es que las hojas de las palmas cuando se secan caen al piso y pueden lesionar a alguien.

Algunos ciudadanos opinan que debe de existir un plan de manejo y mantenimiento de estas palmas y retirar sus hojas secas antes de que caigan e invitan a un diálogo para buscar cómo proteger los árboles y las plantas.

El llamado de atención es para que se realice mantenimiento a los árboles y se conserven, igual que las palmas que existen en zonas urbanas del país y que no representan peligro.