Las Mercedes (Salamina), en capilla

Luis Fernando Rodríguez

LA PATRIA | Salamina

Después de casi 20 años, la Capilla Nuestra Señora de las Mercedes de Salamina (Caldas) sigue cerrada. El Grupo Coral Ingenieros, encargado del más reciente contrato, manifiesta que el párroco de la localidad no quiere recibir la obra, según ellos, ya terminada. El sacerdote se defiende y la comunidad solicita que la Capilla sea abierta y dada al servicio de los fieles.

Esta edificación se construyó en 1883 y se elevó a Bien de Interés Cultural del Ámbito Nacional en febrero del 2005, por ser parte del Centro Histórico de Salamina, declarado Monumento Nacional el 16 de diciembre de 1981. En el 2001 la afectó un incendio, que obligó a demolerla y reconstruirla. De la capilla solo quedó en pie la fachada.

En entrevista con LA PATRIA el 12 de febrero, el párroco de Salamina, Daniel Alberto Arango Jaramillo, precisó: “No soy el obstáculo de estos trabajos. Por responsabilidad, no puedo recibir una cosa que ya está dañada. Prefiero esperar a que me entreguen todo bien y no a medias, y que termine yo responsable de algo que no he contratado”.

El 20 de febrero del 2020, Planeación Municipal envió un informe de visita a las obras de acabados al director de Patrimonio del Ministerio de Cultura, Alberto Escobar Wilson-White. En oficio del 7 de mayo siguiente, el Grupo Coral manifestó a la Parroquia, entre otros, que terminados los trabajos y por indicaciones del Ministerio programaron reuniones para entregar la Capilla, pero que el párroco expresó no estar en condiciones de recibirla.

Según Coral, su contrato solo incluye el tema de acabados y adecuaciones y que ya habían sido verificados por interventoría y el Ministerio por medio de un supervisor.

El párroco, presbítero Daniel Alberto Arango Jaramillo, en carta del 27 de mayo del 2020, dirigida al representante legal del Grupo Coral Ingenieros, manifestó: “En la visita fue posible evidenciar una serie de afectaciones que presentaba la edificación que hacía imposible recibirla a satisfacción, tales como la deformación en el extremo noroccidental de la cubierta, las afectaciones mecánicas (fisuración) en los acabados del inmueble, la deficiencia en materiales, dimensionamiento y ejecución de la escalera que desde la Secretaría comunica con el depósito o cuarto útil ubicada en el sótano, entre otros aspectos, que fueron puestos en conocimiento del Ministerio de Cultura mediante oficio radicado en dicha entidad”.

Reparación del techo

La Fundación Escuela Taller de Caldas, con sede en Salamina, la contrató el Grupo Coral para construir el techo de la Capilla Nuestra Señora de las Mercedes. “Tiempo después tuvimos información de que dos correas de la estructura del techo se habían deformado (deflexión) y nos dispusimos a hacer las reparaciones”, dijo Fernando Macías Vásquez, instructor de la Fundación. “De ahí en adelante fue imposible que nos autorizaran iniciar los trabajos”, precisó.

“Preocupa que luego de un año de haberse terminado los trabajos en la Capilla de las Mercedes, desde la Parroquia no se ha gestionado lo suficiente para que terminen el trabajo y las obras que faltan de reparación y ponerla al servicio del

público”, dijo Alicia Inés Gómez Naranjo, de la Sociedad de Mejoras Públicas.

Solicitó al párroco convocar a una reunión para mirar qué falta dentro del proceso: “Y que nos aclare, qué paso dar para que se habilite la Capilla”.

Restauración

Dijo Macías Vásquez, que hace cerca de tres años, la Fundación Escuela Taller de Caldas retiró de la Capilla el púlpito y el altar, obra del maestro Eliseo Tangarife. Fueron inmunizados, embalados y guardados: “Su restauración no se pudo concretar con los arquitectos en esa época. A precios de hoy, su recuperación puede valer cerca de $ 20 millones”.

Beatriz Echeverri Gómez, escultora salamineña radicada en Bogotá, es cabeza de un grupo de personas que contribuyó con dinero para la restauración de las 40 bancas de madera de la Capilla de las Mercedes y que donó tres reclinatorios para los sacerdotes y dos para utilizarlos en la ceremonia del matrimonio.

El incendio

“Mi hermana Natalia llamó y dijo que había un incendio en el asilo de ancianos y que la casa de mis padres podía correr peligro, que fuera a ayudar”, dijo Germán Eugenio Gómez Mejía, quien desde lejos vio la humareda, escucho los gritos y a la gente correr desesperada sacando a los ancianos y sus pertenencias, que llevaron a los patios y a las aulas del Colegio de La Presentación, al otro lado de la calle.

“Había mucha gente ayudando y me dediqué a sacar imágenes, bancas y hasta el púlpito de la capilla. A la casa de

mis padres, unos muchachos llevaron el cuadro del Señor de Improperio, imagen antigua, venerada por los salamineños. Allí estuvo seis meses y luego fue trasladada a la hoy Basílica Menor”, manifestó Gómez Mejía.

A las 6:00 de la mañana, del 27 de octubre del 2001, fue informado Bomberos Voluntarios de Salamina de un incendio en las bodegas de reciclaje de lo que era el Asilo de Ancianos (carrera 8.ª entre calles 7.ª y 8.ª).

A controlar el fuego, también llegaron máquinas de Aranzazu y La Merced y bomberos de Aguadas y Pácora. No se pudo determinar la causa del incendio y se calculó que en esa propiedad del municipio las pérdidas ascendieron a $50 millones. No hubo víctimas. Varios bomberos fueron atendidos en el Hospital por inhalación de humo.

Opinan

Martha Giraldo de Restrepo

Estoy confundida y triste, porque han transcurrido muchos años y poco se ha hecho. Esto me lleva a pensar que los salamineños no tenemos sentido de pertenencia.

Fernando Toro Ceballos

Es insólito que esta Capilla lleve cerca de 20 años sin estar abierta al público. Cuando uno de estos monumentos se cae, habla muy mal de nuestra generación.

El sagrario y el púlpito se encuentran guardados en la Escuela Taller de Caldas.

Cuando estaba en proceso de reconstrucción.

El incendio ocurrido el 27 de octubre del 2001.

Así lucía la Capilla antes del incendio.