La virgen del Carmen regresó a su gruta en Anserma

Albeiro Rudas

LA PATRIA | Anserma

La imagen de la virgen del Carmen que ha permanecido por cerca de 50 años en una pequeña gruta construida debajo de un peñasco y a orillas del río Risaralda en la vía Anserma-Mistrató (Risaralda) fue retirada por los conductores de servicio público.

Según Aurelio Restrepo, propietario de un Ford 1948, a la imagen se  borró el rostro por el tiempo, la humedad y las velas que encendían los devotos, aunque estaba protegida por una reja metálica.

Cansado de verla cada día peor, Restrepo decidió desmontarla y traerla en varias partes al taller de restauración de la artista plástica Elsa María Arias, quien afirmó: “Fue una labor muy dura porque me la trajeron en pedazos y por su antigüedad es muy débil y muy difícil el trabajo, además la imagen del niño que sostiene la virgen le faltaban partes y hubo necesidad de reconstruirla”.

Después de restaurarla, la llevaron al templo de Santa Bárbara para ser bendecida y de la imagen fue trasladada a la gruta, que fue pintada por vecinos y conductores.

Cenelia Marín, residente de la vereda Los Encuentros, expresó: “La gente no cuida estas imágenes aunque le ponemos avisos para que no prendan velas, no vale, y este humo la deteriora mucho. Hace varios años organizamos una peregrinación desde el casco urbano en una caravana de yips, se rezaba la novena cada año. Creo que ahora vamos a recuperar esta tradición y rezar el Rosario en su gruta”.

El traslado, una odisea

Algo inusual ocurrió cuando varios conductores y devotos llegaron con un campero para llevar la imagen de la virgen del Carmen a la vereda Los Encuentros.  Al salir del templo, se despegó la imagen del niño Jesús, por lo que la pegaron en pleno andén y al subirla a la parte trasera del yip, no cupo. “Fue necesario buscar un vehículo destapado, fue como si no quisiera irse del templo”, sostuvo Marín.