ALBEIRO RUDAS Y DANIEL CASTRILLÓN
LA PATRIA | ANSERMA
En la segunda etapa de la Colonización Antioqueña, en el ir y venir de los arrieros, surge el amor de Nicolasa Medina y Miguel Trejos. De la unión de estos dos jóvenes nace una numerosa familia de 13 hijos; como dicen por ahí, "tienen más hijos que una mata de guineo”.
La protagonista de esta historia es María Inés Trejos Medina, la séptima hija de Nicolasa y Miguel, nacida el 19 de julio de 1915 en Anserma (Caldas), quien contrae matrimonio el 15 de abril de 1937 con Ricardo Antonio Calvo.
Este matrimonio tiene 6 hijos entre los años 1938 y 1956, y hacen gran parte de su vida en la vereda Chorro Seco, hoy Betania.
Nostalagia
Años después se ubican en la cabecera municipal, más exactamente en El Pedrero, actualmente barrio Los Prados, y viven allá desde hace por lo menos 60 años.
Cuenta doña Inés que era el único paso para entrar y salir del pueblo. Había pesebreras, cantinas y fondas donde la gente se cambiaba botas o zapatos empantanados para poder salir cachacos a la misa de 12:00 en la iglesia de Santa Bárbara.
Expresa con nostalgia que lo que hoy es Anserma ya no es ni una pequeña parte de lo que a ella le tocó, ya que conserva muchos recuerdos de sus habitantes y de la historia de la Santa Ana de los Caballeros, como se llamó antes a Anserma.
Doña Inés tiene una excelente memoria, se acuerda de cada integrante de su familia y en las reuniones siempre está atenta de que todos coman y estén bien atendidos. El 19 y 20 de julio son las fechas sagradas de los Trejos Calvo, pues conmemoran otro año más de vida de su ser querido, doña Inés, quien el 19 de julio llegó a 105 años. Le mandan las mejores bendiciones, le recuerdan que la quieren mucho y le envían felicidades.
Está en Pereira
La familia Trejos Calvo está integrada por 6 hijos, 13 nietos y 10 bisnietos. Para doña Inés, reunirse con todos ellos son los momentos más alegres de su vida, mientras que en la radio suenan las
canciones Maticas de perejil, de las hermanas Villa Real, o Flor del campo, de Garzón y Collazos.
Ella es una mujer alegre y con mucha fortaleza; conserva un carácter fuerte, de matrona decidida que cuida a su familia con mucho amor.
Está residiendo en Pereira, con 3 de sus hijos que la cuidan. Allá se sienta a coser colchas de retazos para sus nietos, bisnietos y tataranietos. Este oficio siempre la ha acompañado, y cuando se sienta a hacerlo sus hijos aprovechan para preguntarle cosas y aprender un poco de su sabiduría popular y ancestral.
Doña Inés se siente un poco triste porque no puede ver a todos sus muchachos (hijos) ni a nadie más de la familia debido al confinamiento por la pandemia, pero confía en Dios y dice que todo estará bien.
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