En Anserma, Cementerio de Fotoiris guarda los rostros de sus muertos

LA PATRIA | ANSERMA

Olvidar a los muertos a veces se vuelve costumbre en Colombia, no tienen nombre ni rostro y se convierten en parte de la estadística. Este no es el caso de Anserma. Aquí las personas llevan cerca de medio siglo recordándolos a través del Cementerio de Fotohoyos que guarda las imágenes de sus fallecidos habitantes.
El estudio Fotohoyos existió en el Centro de Anserma con Justiniano Hoyos como propietario. Él acostumbraba a pegar en las paredes de su negocio las fotografías de las personas que morían en el pueblo, para que los vivos madrugaran a ver los nuevos en la lista hacia el paraíso prometido.
Quienes conocieron el negocio dicen que aún después de su muerte, su hijo José Fernando continuó con la tradición, pero en otro local. Con la idea siguió el fotógrafo Uriel González Giraldo, curtido de la experiencia a sus 76 años y quien todavía conserva en sus vitrinas unas 700 fotos tamaño cédula de los fallecidos.

Un álbum de todos
Uriel afirma que cuando siguió la tradición, sus hijos quienes trabajan con él, no les gustó la iniciativa cuando él veía
una gran oportunidad para atraer nuevos clientes, así fuera por curiosidad.
Mandó a construir un marco para poner su colección. La romería ha sido mucha, la cual llega preguntando por familiares o simplemente para agregar los nombres en una base de datos que tiene.
Algunos se disgustan por aquello de que los curiosos solo miran la foto de su querido pariente. Unos van hasta el estudio amenazando con destruir el negocio, otros demandan para obligarlo a quitar la foto y otros piden cambiarla por una donde su familiar esté  con mejor semblante.
Hay personas que miran las vitrinas y echan la bendición. Otras palpan el vidrio intentando tocar los rostros. Otros lloran los recuerdos frente a la controversial vitrina. 
A todos estos, entre curiosos, indignados y halagados, Uriel González debe advertirles siempre que el único propósito es recordar a los suyos contra los desmemoriados y progresistas.