En Aguadas: suena el cambio de las campanas de La Inmaculada

Carlos Mario Ríos

LA PATRIA | Aguadas

El Templo de la Inmaculada Concepción de Aguadas es de los más antiguos de Caldas. Sus inicios datan de 1858, cuando el presbítero Domingo Antonio Angarita solicitó los permisos para poner la primera piedra y comenzar la construcción de un sitio que permitiera el encuentro de la comunidad.

La capilla que se tenía en esa época era insuficiente por el crecimiento de la población. Esta, la casa de Dios, demoró en ser construida 28 años y se logró, gracias al tesón y verraquera de los ancestros, que pusieron todo su empeño para lograr tal fin.

A lo largo de su historia, varios movimientos telúricos la han afectado y ahí sigue erguida e imponente en toda la plaza principal de Aguadas. Un elemento fundamental en este sagrado lugar son sus campanas mayor y menor, que han resonado a lo largo de estos años anunciando alegrías y tristezas, llamando a la celebración de la santa misa o a un acto especial, al rezo del Santo Rosario de Aurora o a unas exequias.

En fin, suenan a diario para brindar de esta manera un encuentro más cercano con el Dios de la vida y de la historia. Desafortunadamente por el paso de los años y las inclemencias del tiempo, se ha venido deteriorando su timbre. Ya no suenan lo mismo, están resquebrajadas y su vibración se siente ahogada. Necesitan una restauración inmediata.

Un grupo de ciudadanos aguadeños se han dado a la ardua tarea de conseguir los recursos necesarios para lograr recuperar este vital elemento y se está averiguando por el departamento de Boyacá, donde se tienen municipios especializados en este tipo de elementos religiosos, que son importantes en la parroquia.

Ya se tiene una valoración de los daños y en definitiva su cambio debe ser inmediato. Se cuenta con la aprobación y apoyo de monseñor José Miguel Gómez Rodríguez, arzobispo de Manizales. Los sacerdotes, en sus acostumbrados avisos parroquiales, están invitando a la comunidad para unirse a tan importante obra, que necesita del apoyo de todos.

Con los cambios de sacerdotes ya anunciados para Aguadas, se espera que el nuevo párroco apoye esta valiosa iniciativa que se espera dé sus frutos a lo largo de estos primeros meses del año que acabamos de iniciar.

La parroquia se lo merece en estos 163 años de existencia para que de esta manera la joya arquitectónica más importante que tiene Aguadas para mostrarle a Colombia y al mundo, su templo de La Inmaculada, tenga unas nuevas campanas, que sigan convocando a la comunidad al encuentro personal con Dios.