MARTHA LUCÍA GÓMEZ

LA PATRIA | MANIZALES

El certificado de tradición expedido el 10 de junio del 2014 por la Oficina de Registro de Instrumentos Públicos de Belén de Umbría (Risaralda) es el as bajo la manga de la familia Lizcano para defenderse de las acusaciones que les hizo la periodista Diana Salinas en una investigación divulgada ayer en La W Radio.

Salinas forma parte del grupo de 25 periodistas que trabajarían en el programa de Pirry, que transmitiría los domingos en la noche el canal RCN y que pensaba arrancar con este trabajo. No obstante, esta cadena canceló el programa, argumentando que les pareció que no cabía en la parrilla de programación de ese día.

El trabajo de Salinas se basó en los trámites que hace la familia del senador y presidente del Congreso, Mauricio Lizcano Arango, para construir y abrir una estación de gasolina en predios de la finca Guamerú (en jurisdicción de Irra, corregimiento de Quinchía, Risaralda).

El terreno está vinculado a una investigación por desaparición forzada y despojo de tierras. Al congresista se le indagó por el trámite de licencias y permisos para la obra.

Lizcano niega que esto sea cierto. Explica que con su padre, Óscar Tulio Lizcano, compró el terreno como oportunidad de negocio, pero que los trámites se los encargaron al ingeniero Nicolás Cardona, y que desconocían lo que allí había ocurrido.

Guamerú es vecina de la Finca Las Libélulas, propiedad de la familia de Martha Arango de Lizcano, mamá del senador, y donde en abril del 2006 el Eln secuestró a su otro hijo, Juan Carlos.

Ingeniero a cargo

El ingeniero Cardona dice a LA PATRIA que en el 2013 empezaron a hacer los trámites, y en el 2014 presentaron documentación técnica al Invías, pero a finales de ese año la vía pasó a la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) porque fue concesionada a Pacífico III y tuvieron que empezar de cero a finales del 2015.

"La periodista está muy mal enfocada en la investigación. Fui quien hizo todo el trámite con don Óscar, que es el papá del senador. La periodista nunca me ha llamado. En las fichas catastrales todo estuvo perfecto hasta el 2016, cuando ya estaba radicado el proyecto. La concesión nos llamó porque tenían que comprar una franja de terreno de la finca, pero se dieron cuenta de que había una medida cautelar", explica el ingeniero. El predio quedó congelado.

Agrega que los abogados les recomendaron seguir con el proceso. "Se habló con la concesión. Don Óscar dijo que asume la responsabilidad si llega a prosperar la demanda del despojo de tierras, pierde la plata que ha invertido, y ellos (los reclamantes) serán los favorecidos. Por eso se continuó".

Pacífico conceptúa

El gerente de Pacífico III, Bruno Seidel, aclara que la concesión Pacífico III es de privados que se ganaron por licitación pública la operación, el mantenimiento y unas obras en un corredor vial que es propiedad del Estado. Dice que tampoco otorgan permisos, como se dice en el informe de Salinas, para la construcción de estaciones de servicio, sino que su función es dar conceptos técnicos sobre el cumplimiento de unas normas para la ubicación de estaciones.

En cuanto a Guamerú, Seidel sostiene que nunca ha sostenido reuniones o ha recibido solicitudes del senador, sino con Óscar Tulio Lizcano y con el ingeniero Cardona, a quienes les han explicado que para la doble calzada, que pasará por esa finca, deben comprar unas franjas de terreno y por ello debieron hacer nuevos diseños corriendo hacia atrás la obra.

"Ese predio está en un proceso judicial en una demanda de restitución. Eso se lo hicimos saber a la ANI y a los propietarios del predio, porque no lo puede enajenar (vender). Un predio debe cumplir con tres condiciones: uso, dominio y disponibilidad. Cumple los dos primeros, menos el último", indica Seidel.

Agrega que en el estudio que hicieron de Guamerú decía que era un predio de unos esposos (Blanca Ofelia Correa y Juan Fernando Acosta) que desaparecieron en tiempos de violencia. Además, que estos esposos tenían una deuda con un banco (no se sabe cuál) y que como no le pagaron les hipotecó el bien. El banco, a través de un juzgado, remató el predio y lo compró una inmobiliaria (Sociedad M H Pineda y CIA S en C) y después lo vendió a la familia Lizcano.

Finalmente, el concepto que entregó Pacífico III, a mediados de enero pasado, fue favorable, y la interventoría de toda la concesión (Epsilon Colombia) también tiene que conceptuar y entregar estos documentos a la ANI para que dé el permiso a los Lizcano.

Por terminado

"Si hubiéramos sabido de alguna cosa, alguna sombra o lunar del predio, tenga la seguridad que la señora mía y yo hubiéramos dejado de comprar eso. No hubiéramos cometido esa estupidez", dice Óscar Tulio Lizcano.

Agrega que Terpel hizo un estudio de la zona donde está la finca y le ofreció que construían la estación y le pagaban un arriendo de $15 millones mensuales. Él se encargaban de sacar todos los permisos, para lo que contrató al ingeniero civil Nicolás Cardona, que ha montado varias estaciones de servicio, y para sacar la licencia ambiental, en la Corporación Autónoma Regional de Risaralda, contrataron a Paola Gaviria.

"Pasaron cuatro años, incluso le hacía reclamos al ingeniero, porque el promedio para otorgar licencias a estaciones de servicio es de dos años, y todavía está en la ANI. Mauricio nunca ha intervenido en eso. Terpel hizo varios otrosí al contrato, pero finalmente lo canceló en enero pasado. Ahora queda esperar que el juzgado falle. No nos hemos enriquecido ilícitamente".

Asegura que hace 38 años la actividad económica de la familia, exceptuando el senador, es la venta de repuestos, y que desde hace ocho son los distribuidores de motos AKT y Auteco en Colombia. La periodista Salinas dijo que el capital de los Lizcano, en ocho años, se les ha aumentado en un 54%. "La periodista cometió la ligereza de no investigar las declaraciones de renta, ni mirar las deudas que tenemos", concluye Óscar Tulio Lizcano.

La periodista

Después del programa de ayer en La W Radio, la periodista Diana Salinas quedó de hablar telefónicamente con LA PATRIA en las horas de la tarde, pero no respondió a las 11 llamadas que se le hicieron hasta las 8:00 de la noche.