Cementos Caldas en Neira, de fabrica a zona ambiental

LA PATRIA | Manizales

Los predios en donde funcionaba la compañía Cementos de Caldas, en Neira, fueron donados en 1997 a las cinco universidades de Manizales tras el cierre de la empresa ese mismo año. El traspaso buscaba que la academia realizara proyectos científicos y tecnológicos en el lugar, pero hasta ahora solo sirvió para albergar en su momento un centro de entrenamiento del Batallón Ayacucho de alta montaña y, recientemente, prácticas de paintball.

Pasados 18 años de la donación continúa la incertidumbre sobre qué destino se le dará a este lote, ubicado a seis kilómetros de la vía principal del municipio. Guillermo Orlando Sierra, rector de la Universidad de Manizales, dijo al respecto: "Las universidades Nacional y de Caldas se han mostrado interesadas en hacer algo allí. Hemos estado conversando con la Alcaldía de Neira para identificar los fines sociales y ambientales que pretendemos darle al lugar".

Así mismo, Sierra aseguró que "estamos evaluando cuál sería el mejor mecanismo para que esas tierras puedan ser valoradas adecuadamente en términos de un servicio ambiental en el sentido de que allí hay uno o dos nacimientos que proveen de agua a municipios cercanos. Queremos que sea un proyecto que le sirva a Neira. Son varias las alternativas".

¿Qué quiere que hagan?

Hernán Flores

Me gustaría un complejo deportivo con buenos escenarios que atraiga mucho público. Mi sueño es que Neira se convierta en un destino turístico y deportivo de Caldas.

Carlos Alberto Cárdenas

Me gustaría que fuera un lugar turístico, que haga honor al Paisaje Cultural Cafetero, del cual Neira hace parte.

Henry Betancur

Ojalá construyan una empresa para que genere empleo. Eso es lo que le falta a Neira.

¿Qué pasó con Cementos de Caldas?

Fue creada por el Grupo Empresarial antioqueño en 1955. Fue símbolo de la economía de Neira por haber sido una importante fuente de empleo en los 30 años que funcionó. Cerró sus puertas en mayo de 1997, lo que provocó la salida de unos 350 trabajadores. La empresa cerró por la falta de la caliza, la materia prima, y los altos costos de operación, lo que llevó a acabar, en parte, con la economía de Neira.