Carmenza, el ángel de los perros maltratados

LA PATRIA | MANIZALES

"El que no entiende una mirada no comprende una explicación". Carmenza Bibiana Restrepo Gutiérrez se refiere con esta frase a las miradas de los perros que recoge en Arauca (corregimiento de Palestina). Ella los alimenta, los sana, los esteriliza y luego les busca hogar.

Bocanegra, Negrita, Moly, Balto, Mao, Huelillo y tres cachorritos que viven en su casa han sido, entre muchos otros, los beneficiarios de sus cuidados. Su cariño por ellos ha llegado hasta discusiones con conductores que los atropellan y a echar clientes de su ferretería si le critican a alguno.

Con frecuencia se niega a que les apliquen eutanasia. Para Carmenza, los perros siempre tendrán su oportunidad. "El perro más horrible que veo en la calle me lo traigo; el más llevado, pelado, que huele horrible, porque con los cuidados en algún momento se recupera".

Es técnica en veterinaria y tecnóloga en reproducción equina. Mantiene un balde con alimento y otro con agua, a donde llegan entre 12 y 15 perros callejeros a alimentarse. De noche les permite dormir en la ferretería.

Falta control

Las historias que conoce de animales abandonados y maltratados en Arauca son incontables. Van desde patadas, baños de agua caliente, envenenamientos, puñaladas, amputaciones por machetazos y caninos depositados en una bolsa y golpeados contra el piso para tirarlos luego al río Cauca. En su casa tiene un gato que sobrevivió a una crueldad así.

Dice que hay varios problemas en el corregimiento con los animales. Está la falta de control de natalidad, una enfermedad de transmisión sexual llamada TBT y la ausencia de atención a perros callejeros, pues las campañas terminan cubriendo solo a los que tienen dueño. "Así se vuelve muy complicado el manejo", agrega Carmenza.

Desea que haya un poco de conciencia, y advierte que si llegara a haber un brote de rabia se afectaría seriamente la economía de Arauca, porque también morirían personas.

Un hogar

El objetivo de Carmenza Restrepo es encontrar un hogar que acoja a los animales que recupera. Algunos se quedan con ella. Balto, por ejemplo, fue un perro al que le mataron el dueño. Tras quedar abandonado fue por él, cuando ya lo rodeaba una nube de moscas y los gallinazos estaban cerca como si olieran su agonía. Ya hace parte de la familia.

Los tiran a Arauca

Carlos Alberto Piedrahíta, alcalde de Palestina, señaló que la perrera municipal se creó para 100 perros callejeros, incluyendo los de Arauca. El programa de vacunación, esterilización y sostenimiento es de unos $50 millones. Sin embargo, en el caso del corregimiento sucede que les están dejando abandonados perros que provienen de otros municipios. "La perrera se llenó y los recursos son escasos", dijo.