Basílica de Manzanares (Caldas), con valor histórico

LA PATRIA | Manizales 

Fabio Ramírez, el manzanareño que de niño sirvió como acólito y que dedicó su vida laboral a la educación, fue quien tuvo la idea de convertir el templo de Manzanares como Basílica Menor.

La consagración del templo a San Antonio de Padua, como fue denominado, fue hace tres años, el 29 de abril del 2017, tras un proceso en el que él jugó un papel importante (ver recuadro).

Don Fabio cuenta que en el templo se conjugan varios estilos arquitectónicos, aunque predomina el Romántico. Consta de tres naves, por donde están distribuidas las estaciones del Viacrucis; 12 columnas dedicadas cada una a los 12 apóstoles. Al fondo de la nave central existe una inmensa cúpula decorada con los cuatro evangelistas.

Naves, columnas y cúpula están decoradas en laminilla de oro importado de Alemania, y vitrales considerados obras de arte. Tiene además una capilla para la adoración del Santísimo Sacramento.

Para los devotos del Niño Jesús de Praga hay una réplica auténtica de la imagen que se venera en Praga (Italia), de donde llegó a Manzanares. De México llevaron una imagen de la Virgen de Guadalupe, y el templo cuenta además con una imagen del Señor de los Milagros.

"A Manzanares hay que visitarlo para conocer esta joya arquitectónica levantada para honra de Dios y orgullo del pueblo católico. Los manzanareños pretenden que la ciudadanía se vuelque a su pueblo para que conozca este tesoro, que es la Basílica", asegura Don Fabio.

Historia

En 1901 llegó a Manzanares como párroco el sacerdote alemán Antonio María Hartman Hartman. Encontró un templo pequeño hecho en bahareque para la población del caserío. Tuvo la idea de construir un templo en calicanto y piedra, que sirviera en un futuro como catedral, teniendo en cuenta que por la religiosidad de la gente y el crecimiento de la población llegaría a ser sede diocesana.

Desde el río Santo Domingo y las laderas del cerro de Guadalupe, mujeres y hombres cargaban en hombros la piedra para edificar el templo. Por orden del obispo de Ibagué, Diócesis a la que pertenecía Manzanares, el sacerdote fue trasladado a Honda y la parroquia la entregaron a los sacerdotes Agustinos con el compromiso de terminar la construcción. Levantaron un templo, pero en bahareque, tapias y madera. En 1945 hubo un incendio y lo quemó, quedando solo la parte construida por el sacerdote alemán.

La Diócesis envió como párroco al sacerdote Pedro José Ramírez, que continuó la obra de Hartman, pero fue trasladado y llegaron sacerdotes como Marcos Lombo y Julio Giraldo a terminar la obra, catalogada entre las más sólidas de Caldas; actualmente de la Diócesis de La Dorada- Guaduas.

El proceso

Fabio Ramírez encontró apoyo de residentes en Manizales para hacer realidad la declaratoria de Basílica Menor. Viajaron a Manzanares, donde el sacerdote Yonny Quintana, primer párroco, les mostró el estado de abandono de la construcción.

Para los arreglos constituyeron una fundación, recaudaron dinero y viajaron a La Dorada para hablar con el obispo de la Diócesis, Óscar Aníbal Salazar, y quien junto al entonces arzobispo de Manizales, Gonzalo Restrepo, brindaron respaldo.

Ramírez elaboró el documento para solicitar la declaratoria y lo envió a la Conferencia Episcopal de Colombia, que aprobó sin objeción. Luego lo tuvo que llevar al Vaticano, donde por decreto del 24 de diciembre del 2016 obtuvo el visto bueno. En solemne ceremonia, el templo fue consagrado Basílica Menor San Antonio de Padua, el 29 de abril del 2017.

El acto lo presidieron los monseñores Flavio Calle, arzobispo de Ibagué, y Salazar; por la Arquidiócesis de Manizales estuvieron monseñor Luis Enrique Hoyos y el sacerdote de manzanares Roberto Ramírez.

Actualmente el párroco es el sacerdote Martín Emilio Ortega, que remplazó al padre Quintana.