ALBEIRO RUDAS
LA PATRIA | MANIZALES
La decisión de la Oficina de Planeación Agropecuaria de Anserma de cortar seis árboles en algunos puntos del municipio originó un movimiento en redes sociales y la reacción de ciudadanos en defensa de estas especies.
La presión fue tan fuerte que lograron frenar la medida, que la Alcaldía iba a ejecutar el sábado. Ese día planeaban talar tres palmas en la Avenida El Cementerio, un guayacán rosado en la glorieta del Hospital, un guayacán amarillo a un costado de la Terminal de Transporte y un tulipán en el Parque Arango Zea.
Por redes sociales enviaron fuertes comentarios contra las dependencias que determinaron tumbarlos y se sumaron la Red de Jóvenes de Occidente y un grupo de defensores de la naturaleza, que con megáfonos, pancartas y mensajes ecológicos acudieron a los sitios para frenar la medida y motivar a la comunidad a conservar las especies.
Esto obligó a la Administración a cambiar la decisión, y anunció el cambio de tala por poda y mantenimiento. Al final ninguno de los seis árboles terminó en el suelo.
Razones
Daniel Calle, del grupo de defensores, dijo que es mejor hacer un mantenimiento preventivo periódico porque cada árbol es un ecosistema que alberga vida silvestre. Mencionó que de una palma de la Avenida El Cementerio, al hacer la poda de hojas secas, cayó un nido con un pequeño pichón.
La Oficina de Planeación Agropecuaria informó que están cultivando, en el Vivero Municipal, un semillero de guayacanes de varios colores para sembrarlos por todo el municipio.
La medida que había tomado esta dependencia se originó en quejas de vecinos de los árboles, que consideran son un riesgo par su vejez y mal estado. Planeación, Bomberos, Gestión del Riesgo, la Chec y Corpocaldas evaluaron el estado de los árboles y encontraron que debían talar los seis. Incluso el director de Corpocaldas, vía Twitter, indicó que los árboles están muy enfermos y deteriorados, lo que pone en riesgo a personas y viviendas, y que de talarlos se debía compensar con la siembra de especies diferentes.
Que no los tumben
* Marleny Ceballos vive en el barrio Pablo VI, y el domingo madrugó con dos mascotas a verificar que el guayacán del hospital, las palmas de la Avenida El Cementerio y los árboles del parque Arango Zea, cerca de su casa, seguían en pie.
“Es una alegría que todavía estén en pie. En ese guayacán rosado del hospital viven muchas aves y también iguanas, las he visto subir, y cuando florece es un gran espectáculo. Debemos sembrar más árboles y no tumbar aquellos que llevan muchos años en un sitio”.
* En la zona verde cerca al guayacán amarillo de la Terminal, Norha Lermes, dueña de un hotel a pocos metros del árbol, dijo: “El día que vino la máquina de la Chec y Bomberos para tumbar el árbol casi salgo llorando, pero me explicaron que finalmente no lo iban a derribar. Por fortuna lo podaron y en agradecimiento hoy -domingo- amaneció con las primeras flores amarillas. No es cierto que se vaya a caer, es que la gente pone quejas por no barrer las hojas o las flores. Gracias a Dios se salvó, hay es que cuidarlo”.
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