Se tiró el cuento
Señor director:
A pesar del avance de la tecnología, las redes sociales amenazan brutalmente contra la belleza de nuestro idioma. Pocas personas, de las que envían un mensaje por WhatsApp o Twitter, se preocupan por tildar palabra alguna.
Pero vayamos al caso contrario. Algunas veces las tildes sobran, como en el caso de licencias poéticas u otras veces en algunos gracejos.
Un ejemplo de licencia poética lo encontramos en los versos de Rafael Núñez, con el título "Que Sais Je", cuando dice: "El corazón del hombre es un arcano/// inescrutable, imagen del oceano..." (sin tilde) debe pronunciarse "oceáno" para que rime con "arcano", pero en muchos textos, incluyendo los de internet, colocan esa tilde que sobra y que seguro Rafael Núñez no utilizó.
En cuanto a los gracejos, poniendo ciertas tildes se pierde la jocosidad de la anécdota. Me refiero hoy al escrito del muy erudito columnista dominical Orlando Cadavid Correa. Él (o su computadora) colocó tildes a ciertas palabras que sí las llevan, pero como decimos los paisas "se tiró el cuento".
Copiaré algunas sentencias citadas por don Orlando (domingo 4/12/16) marcando tildes solamente para que el lector enfatice el acento del vocablo al estilo de Los Trovadores del Cuyes:
"Ayer traté de subir al monte Vesubio y no pude subir porque el carro no me "súbio".
"Ayer me pegaste con tu portafolio y te jodiste porque no me "dólio".
"Pensé en estudiar milicia, pero en el examen me rajó la "polícia".
"Sofía era tan gorda y tan fofa, que sentarse no podía en el "sófa".
Y para terminar, conozco este dicho citado en la misma columna, pero de esta manera: "Ave que está en su nido// go será que está culeca// go será que no ha ponido".
Cordialmente:
Luis Evelio Naranjo Giraldo
Voto en blanco, contra la corrupción
Señor director:
En vista que ha quedado demostrado en forma fehaciente que la corrupción en Colombia es una empresa criminal y en ella se encuentran comprometidos muchos de los actuales políticos nacionales la única defensa democrática del ciudadano corriente es votar en las próximas elecciones en blanco. El sufragio del constituyente primario, se constituiría en la mejor decisión democrática y sería la mejor gestión revolucionaría por parte de la ciudadanía, tal y como lo ha aseverado el expresidente de la Corte Constitucional, Jaime Araújo Rentería, una de las caras más visibles en pro del voto en blanco. El voto en blanco es la oportunidad que todos esperábamos para transformar en solo dos días la historia del país. La inmoralidad y las desigualdades sociales y económicas, son los más graves y grandes problemas de Colombia. Como son tantos los casos de inmoralidad les invito a que analicemos los datos suministrados sobre la Refinería de Cartagena, "Reficar"; el costo inicial del proyecto fue de US$3.993 millones, pero saltó a US$8.016 millones, lo que muestra un sobrecosto de US$4.023 millones. Durante más de 60 años hemos dirimido las diferencias a través de la violencia y ahora, por primera vez, los colombianos tienen en sus manos un instrumento pacífico para cambiar nuestras costumbres políticas; el voto en blanco es la herramienta real para que las personas que están indignadas con la corrupción, la politiquería, los falsos positivos, las chuzadas, el desempleo o la falta de oportunidades puedan construir una sociedad en paz, con mayor justicia social y disminución real de las desigualdades económicas y sociales. Por eso, el voto en blanco es una revolución pacífica, un mecanismo para canalizar tanto inconformismo que hay en el país por la creciente inmoralidad y las desigualdades sociales y económicas; es un medio para renovar la clase política trolera que afecta a la población colombiana. Para acabar con la corrupción como empresa criminal el único medio está a la vista por la aplicación de la vigente Constitución Política de Colombia o sea la norma de la "Carta Magna" establecida en el parágrafo 1o. del Artículo 258, sobre el voto como un derecho y deber ciudadano.
Jorge Giraldo Acevedo
Bancas fijas
La remodelación de Juan Valdez fue positiva. Hay unas mesas de madera muy bonitas, pero las bancas fijas a las mesas no permiten sentarse fácilmente ni levantarse con holgura, lo cual es un inconveniente para las personas de edad que pueden enredarse y caerse.
Un ciudadano
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