El cerro Tatamá
Desde Manizales se divisa, en la cordillera Occidental, un imponente macizo de 3,950 metros sobre el nivel del mar: es el cerro Tatamá cuya foto publicó el doctor Cardona Tobón en el Papel Salmón del 14 de julio. El señor Rosendo Romero Trujillo, que en paz descanse, de Santa Rosa de Cabal, estuvo hace muchos años en la cumbre de esa montaña y contaba que él y sus compañeros encontraron allá un letrero gigantesco que se podía leer desde un avión; las letras estaban marcadas con botellas vacías de cerveza y decían: aquí estuvo la expedición alemana en el año tal.
Don Cecilio Rojas
Santos bloqueado
Pobre presidente Santos, sus nuevos mejores amigos todos los días le arrancan un pedazo del país, ahora no puede ni avanzar, ni retroceder, ni salirse del camino ni quedarse donde está.
Álvaro Botero B.
Mejor sancionar
En vez de pensar en medidas como el pico y placa para los carros particulares, hay que sacar los vehículos de servicio público del centro de la ciudad, estos vehículos deberían ir por la avenida del Centro y no por la carrera 22, pues estorban demasiado y son contaminantes. Deberían erradicar del centro de la ciudad estos cosmobuses y prohibir a los taxis el uso de las cornetas, lo mismo que las motocicletas que están parqueando en los bordes de los andenes obstaculizando las vías. Aquí no hay que tomar medidas salomónicas, sino que hay que poner sanciones.
Un lector
Tristeza
Da tristeza que en Manizales la mayoría de las obras se tienen que hacer o vendiendo empanadas o pidiendo limosnas. Me refiero a la resignificación de la portada de la Normal de Señoritas, una obra que vale la pena porque se quiere recordar como era esa edificación hace unos años. Ahora están pidiendo que le regalen un bulto de cemento, una palada de arena, y pedazos de hierro para hacer una estructura. En otras ciudades como Medellín, cuando se piensa hacer una obra, es porque ya está lista no como aquí que llevamos tres o cuatro años pensando en una estructura metálica.
Un lector
N. de la D.
A punta de solidaridad y empanadas se construyó la Catedral de Manizales, así que más que sentir tristeza, lo que hay es que entusiasmarse y ayudar.
Luz para la reconstrucción
Para contribuir un poco para dar luz en las soluciones para evitar la caída de lo que fue el Instituto Universitario: 1. Insistir más en que no es la Juan XXIII, porque fue durante 50 años o más el Instituto Universitario, 2. Allí se educaron las personalidades más grandes de Caldas y Manizales y mucha parte de Colombia. 3. Hay muchos bachilleres o que fueron internos que están vivos, de modo que es una cosa cívica como se hizo con la Catedral de Manizales, o como se hizo el aeropuerto Matecaña en Pereira, un colectivo cívico, muchos de los bachilleres, hoy profesiones, podrían contribuir económica o técnicamente para ir construyendo, reconstruyendo y poder volver refaccionar ese edificio. Hay muchos ingenieros, artistas, diseñadores, comerciantes que pueden colaborar, en vez de atenernos a una administración que siempre tomará el pelo para eso o no tendrá plata. Que sea un gesto colectivo de los profesionales, de los egresados del Instituto Universitario, de los que les duele el Patrimonio Histórico y que lenta pero eficazmente puedan contribuir al embellecimiento de lo que fue el Instituto Universitario.
Antonio María Cifuentes
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