¡Irrestricto respaldo a Santos!
Señor Director:
En mi condición de permanente defensor de los principios liberales, contemplados en la Plataforma Política del Partido Liberal Colombiano, y de defensor asiduo del programa de gobierno del presidente Juan Manuel Santos, quien acogió varias e importantes iniciativas de origen liberal que incluyeron en su programa, me veo en la obligación de no guardar más silencio frente a los ataques sin argumentos valederos que vienen haciendo algunos dirigentes de la oposición, orientados por quienes comandan el uribismo deseoso de entrabar el proceso democrático.
Me refiero al Dr. Álvaro Uribe, quien casi a diario trina contra el gobierno dizque por falta de garantías, desconociendo que los candidatos más custodiados de esta campaña política son los del uribismo. Varios de sus amigos se han presentado como unos perseguidos que no pudieron ejercer sus derechos, como si fueran la versión de algunos derechistas, que se olvidan que es la vida misma con sus grandes misterios y sus profundos abismos, la que se encarga de sorprendernos, de apabullarnos con sus respuestas inesperadas, y sobre todo de eliminar aquellas distinciones que los hombres han querido establecer como definitivas entre la realidad y la ficción. Cada día que pasa, la oposición nos trae nuevas sorpresas, pero también plantean más intrincados problemas injustificados.
Cabe aquí recordar aquella maravillosa e ingenua leyenda de origen medioeval que nos hable de un inquieto aprendiz de brujo que aprendió la fórmula cabalística para invocar las tinieblas pero olvidó las correspondientes para hacerlas regresar a sus negros y lejanos antros. Aquel anónimo aprendiz de brujo, cayó víctima de su propia curiosidad y de sus extraños y tenebrosos apetitos. Que es más o menos lo que está sucediendo hoy en nuestra patria a un candidato a la presidencia, a quien estamos oyendo protestar en las últimas horas, que son las postrimerías del debate político contra la violencia callejera, contra los sistemas antidemocráticos que interfieren el libre ejercicio de la libertad de expresión.
Pero es que el candidato que hoy resulta ser el perseguido por la violencia y el desenfreno de las chusmas callejeras que arrojan tomates y otros elementos, ha sido animador de las protestas con sus conocidos discursos, el mago que con su alquimia demagógica y sus evocaciones de cábala, ha desatado el frío y cortante viento de las pasiones populares, de los instintos versátiles y demoledores. Ahora es víctima de esas situaciones. Su vida misma transcurre fuera de su propio control y de nada cuenta como recurso para evitar el naufragio, para calmar sus furias desbordadas.
El aprendiz de brujo golpea en vano contra los muros de celdas donde descansan algunos de sus amigos, y con inútil y amargada desesperación, está buscando la puerta de salida. Las tinieblas lo ahogan. No hay fórmula para detener el impetuoso oleaje. Ni la hechicería, ni la demagogia que trabajan en la penumbra de la superstición popular, han podido encontrar la fórmula mágica que olvidó el inquieto aprendiz de brujo, para devolver las tinieblas desatadas en su frío y oscuro reinado.
Finalmente invito al liberalismo y a todos los partidos que tienen las puertas abiertas en la Unidad Nacional, a que rechacemos con valor civil y energía moderada, los ataques en los discursos del uribismo que a todo se parecen, menos a los programas del candidato de la Unidad Nacional. Porque si es cierto que el pueblo repudia los errores, las equivocaciones, los excesos de nuestra región democrática conciencias suficientes tendrán para darse otro. Sin necesidad de apelar a la vindicta de los resentidos, o la represalia de los amargados.
Que vida la libertad de expresión - Que viva Santos presidente.
Mario Amariles Ruiz
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