El maestro de ayer y de hoy
Señor Director:
La sociedad siempre ha demostrado la necesidad del maestro, del médico, del sacerdote y del juez. Estos cuatro profesionales son los pilares de todo conglomerado humano, por pequeño que sea. Pasado el día del maestro, es nuestro deseo hacer unas consideraciones.
Grecia fue un ejemplo y, gracias a ella el mundo occidental tuvo su gran desarrollo intelectual. De Carlo Magno se dice que alababa más a su maestro Aristóteles que a Filipo, su padre. Esto para indicar el valor de la formación que daba el maestro. Ayer, el maestro era de una instrucción más elemental, pero de grandes valores. Hoy, su preparación intelectual es muy superior, pero en cuanto a valores, la sociedad se queja de grandes fallas. Todo, efecto de un capitalismo de consumo, donde entra a jugar la demanda y la oferta. Vemos, por ejemplo, que la competencia no respeta la ética. Ayer, no se reparaba el tiempo. Hoy, no sucede igual; prueba de ello son las horas extras. Cuando se habla o se escribe sobre el maestro, siempre lo consideramos con grandes cualidades; mas una cosa es lo que debe ser y otra lo que es hoy.
Ayer, el maestro estaba revestido de una gran autoridad ante el alumno, enseñaba y calificaba. Y siendo más juez que padre, se constituía en amo y señor. De allí las injusticias y, en ocasiones, la mala preparación del estudiante, porque era más autónomo.
Hoy le tienen que reconocer los derechos al niño y por medio de los exámenes del ICFES se está calificando al colegio lo mismo que al maestro. Hay países donde el Estado elabora tanto el programa como el examen. Creemos más justo este sistema, con la ventaja de que el maestro se ve obligado a una preparación intelectual y pedagógica más consciente.
El Ministerio de Educación Nacional, está pensando en más preparación intelectual y en una mejor remuneración. Indudablemente es de alabar esta idea, pero si no la fundamentan con la exigencia de la pedagogía y de que sea el Estado el juez para pasar el año, y además en una reestructuración del año académico, todo seguirá igual.
Ernesto Quintero Gil
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015