Ser maestro
Señor Director:
Es tener la pasión, la ciencia y el arte, de esculpir el cuerpo, la mente y el espíritu de los seres humanos, para que sean un todo armónico, hermoso, consciente y bueno para lo mejor y para el bien, influido con sus corazones y creer en todos aquellos alumnos que algún día utilizarán sabiamente los conocimientos que les proporcionaste y así mismo no hay mejor recompensa que el agradecimiento de un alumno.
La tarea del maestro es orientar a los educandos, contestar preguntas, dudas, conocer las inquietudes, y a los mismos jóvenes para poder establecer una buena relación de trabajo.
El maestro debe tener: vocación, sensibilidad, empatía, autocontrol, autoconfianza, cultura, etc.
Vocación: Se llega por la comprensión cabal de lo que es Educar.
Sensibilidad: Lo manifiesta, estando en armonía con las necesidades de los alumnos, entendiendo sus problemas.
Empatía: Lo expresa el maestro, estableciendo lazos de amistad sincera con sus alumnos.
Autocontrol: Es algo que ejerce una persona madura y el educador lo requiere más que nadie.
Autoconfianza: Se logra teniendo metas claras y conocimientos sobre lo que se hace; así se aceptan mejor las limitaciones.
Cultura: Se refiere a la amplitud y profundidad de los conocimientos, así el alumno se interesa por ser más estudioso.
Gloria Serna de Gálvez
El gobernador y la licorera
Señor Director:
Hablando de la Licorera, las alarmas se prendieron con el artículo del Dr. Pava Quiceno el 14 de marzo de 2014 titulado “Bruno en Blanco y Negro”. Sí, señor Gobernador: Basta ya. Suficiente ilustración. Veamos:
1. Usted mencionó el cobro de 65 mil millones a las empresas aseguradoras por el incendio de las bodegas. ¿Qué pasó con tan alucinante cobro?
2. Usted repitió varias veces en su campaña para la Gobernación que no se explicaba cómo la Industria Licorera carecía de un departamento de Planeación. Pasaron muchos días y hasta ahora, que sepamos, no lo han creado.
3) Usted prometió investigar el asunto ese de una propiedad de mil hectáreas en el municipio de Zarzal, la cual resultó ser de propiedad de la Licorera de Caldas. Todo se silenció misteriosamente.
4) El día de su posesión usted se frotó las manos anunciando una Junta de lujo en la Licorera. ¿Resistiría un análisis esa junta directiva? Tal vez se salven los doctores Néstor Buitrago y Guillermo Arango por haberse negado a firmar un balance nebuloso. Recordemos que esa junta es la misma que dirigió la ingrata gerencia del Dr. Fehó causante de la tragedia.
5) Con bombos y platillos usted presentó al doctor Bruno Seidel como nuevo gerente de la Licorera. Todos creímos que se trataba del Mesías prometido para salvar esa Industria. Ahora el doctor Seidel se ha retirado por motivos de salud. Pero las cosas tampoco iban para ninguna parte, y había serios cuestionamientos para el Dr. Bruno, según los cinco artículos sucesivos del Dr. Pava publicados por LA PATRIA en su página editorial.
En esta hora de tinieblas para la Licorera, decimos con el poeta: “Enséñame algo conciencia, Díganos algo Excelencia”.
Atentamente,
Conde de Santaflor
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