De la provincia
Señor Director:
Mirando el panorama nacional de la actual campaña política presidencial, claramente se puede deducir que este histórico debate está centrado por parte de los candidatos en una administración alejada de la influencia catastrófica de los politiqueros y promeseros encarnada en los candidatos de la oposición, y la del señor presidente Juan Manuel Santos quien representa el antiguo estilo de gobierno que con los viejos vicios y confabulaciones, que solo intenta gobernar ocasionalmente cuando se ven acosados por las protestas populares, respondiendo siempre con improvisaciones y simulaciones. Un mandatario que aspira a la reelección presentando como único programa el de un hipotético pacto de paz con los grupos armados, después de anteriores y frustrados intentos, mientras los rebeldes armados continúan sin tregua derramando la sangre y causando nuevo dolor a centenares de hogares colombianos. No es extraño, pues, oírle decir al presidente que dizque reconoce que no se han cumplido muchas promesas y que la reelección es para realizar lo que no se ha cumplido, como si fuera posible verse un pueblo obligado a sufrir un período en blanco y tener que reelegir al mismo mandatario con el pretexto de que en dicho segundo período sí trataría de atender siquiera parcialmente los clamores del pueblo. No nos sorprende ver a su ministra de Educación ofreciendo en las postrimerías de su administración dizque un plan de reforma de la educación largamente aplazado. Lo mismo ha venido sucediendo con el sector agropecuario, con la salud y con la infraestructura vial, de la cual millones de pesos han ido a los bolsillos de contratistas venales y politiqueros. Peor aún hemos visto el primer mandatario cuando aseguró que la paz estaría firmada en noviembre de 2013; luego manifestó que sí sería realidad en el presente año; ahora acaba de decir que no le puede poner fecha fija a un acuerdo de paz. Así han sido casi todas sus afirmaciones públicas: llenas de dudas, de inseguridad y de incertidumbre. ¿Será, pues, este el talante de un verdadero estadista como nos lo afirma sus proclives aduladores? El candidato verde, Enrique Peñalosa ha afirmado que él no lleva el propósito de llegar a la Presidencia para pedirle luego a los electores que lo reelijan con el fin de poder realizar lo que no hizo en el primer período. El candidato Óscar Iván Zuluaga, con una alta aceptación popular, viene manifestando su clara intención de gobernar de mano con el pueblo, gozando además de la ventaja de ser de la provincia, y con más satisfacción de nuestra región altamente cafetera, quien de llegar al comando del gobierno nacional, sentaría el hecho histórico de suplantar a los presidentes bogotanos, alejados de las provincias y dedicados solo a administrar para Bogotá y Cundinamarca. Vendría también el gran contraste entre el país político y el país nacional como lo predicaba Gaitán.
Cordialmente,
Rogelio Marulanda G.
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