No a la corrupción
Señor Director:
Acudo a su amable generosidad, a efecto de que se publique el presente escrito relacionado con dos circunstancias que me ha tocado atender con valor ciudadano en ejercicio de funciones públicas, donde mi actuar ha sido de cero tolerancia con la corrupción.
En primer lugar, quiero presentarle, soportado en documentos, la situación que me tocó vivir como asesor del despacho del señor Ministro de Transporte, doctor Andrés Mauricio Uriel Gallego H., por haber denunciado penalmente ante la Fiscalía General de la Nación, al "cartel de la chatarrización" del que hacían parte entre otros algunos funcionarios de ese ente público, de la Policía Nacional y de algunos organismos de tránsito, conforme la copia de la noticia criminal adjunta, radicada el 30 de enero 2007 y copia de la providencia anexa del 3 de febrero de 2010, dictada por la Corte Suprema de Justicia, dentro del proceso número 33227, donde en las páginas 2, 3 y 11 se resumen estos graves hechos, pues un gran número de funcionarios se habían concertado para delinquir y fueron responsables de varios delitos, conforme las ilicitudes que encontré en 540 trámites de reposición de vehículos de carga, para legalizar igual número de tracto-camiones, y que puse en conocimiento de las autoridades, investigación que estuvo a cargo de la Fiscalía 150 seccional de Bogotá.
Esta circunstancia originó un gran escándalo nacional, por la gravedad de lo que ocurría en el Ministerio del Transporte, razón por la cual también fui objeto de amenazas de muerte, robos de documentos, intimidación y acoso desde la Secretaría General que obligaron a mi renuncia como asesor especializado del Ministerio; estas son las situaciones que se tienen que asumir por tener el carácter de denunciar ante las autoridades, las irregularidades que en el anterior gobierno se presentaban, donde la mafia del transporte en connivencia con ciertos funcionarios, impuso su ley en dicha instancia de gobierno, y buscaron por todos los medios silenciarme o no permitir que yo saliera limpio de dicha entidad; pero me quedó la conciencia de haber actuado como lo que siempre he sido un ciudadano íntegro, que no se dejó amilanar por quienes conformaron esa organización criminal desde el interior de ese ministerio.
En segundo lugar, a raíz del sonado caso de los carros desaparecidos durante el año 2011, en el parqueadero denominado Grúas Palmetto, espacio donde se depositaban los vehículos por infracciones al tránsito, donde, por no legalizar un hecho cumplido con dicha empresa, la cual no tenía contrato escrito para efectuar esta operación desde antes de mi llegada a ese cargo y por el contrario por formalizar una concesión, donde suscribimos un contrato interadministrativo específico derivados de otro convenio marco suscrito al efecto con la empresa de economía mixta Infotic, y ante el hecho de que la empresa Grúas Palmetto dispuso arbitrariamente del parque automotor que custodiaba bajo su responsabilidad; me vi precisado por esta situación irregular, a formular personalmente denuncio penal, radicado bajo el número NT 17001.60.00256.2011.01002 presentado el 31 de marzo de 2011 en la URI de Manizales por el presunto delito de abuso de confianza contra los propietarios de Grúas Palmetto, donde repito mi actuación fue en mi calidad de denunciante.
Por esta razón la Fiscalía Nueve seccional de Manizales dice en el escrito anexo, que yo no tengo vínculos por la pérdida de esos vehículos, ya que mediante oficio 00340 calendado el 25 de noviembre de 2013, la Fiscalía General de la Nación reconoció que el exsecretario de Tránsito y Transporte de Manizales, Diego Franco Molina, no tiene ningún vínculo, ni por acción ni por omisión, con la perdida de vehículos de los patios de ruta 30.
De acuerdo con un informe oficial de la Fiscalía "dentro de los múltiples actos de investigación agotados por Policía Judicial Sijin, Dijin, Ditra y que aparecen consignados en los informes de los investigadores de campo, no se encuentra relacionado el nombre del señor Diego Franco Molina".
La investigación por la pérdida de los automotores, se originó precisamente por una denuncia que formulé cuando oficiaba como Secretario de Tránsito, al enterarme de esas irregularidades. Tal como han informado algunos medios, por esos hechos hay tres personas detenidas, vinculados al proceso, por los presuntos delitos de hurto calificado y agravado en concurso con receptación.
Con toda atención,
Diego Franco Molina
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