Me bajo triste
Señor Director:
Fue la despedida que recibí de un usuario el cual llamaré “pito” (en honor a ese instrumento bullicioso y estresante que cada día suena en nuestra congestionada ciudad), el cual solicitó un servicio por radioteléfono del edificio Piedemonte, Palermo, al centro de la ciudad, En el trayecto el conversatorio inició preguntándome ¿ustedes los taxistas por qué se quejan tanto? Mirándole le pregunté, ¿qué quiere saber señor pito? Lo que me alcance a contar, dijo el señor.
Primero, señor pito, las entregas son demasiado altas, nadie las regula, son diferentes por el tipo de combustible y turnos trabajados y según la avaricia del QPI. ¿Y qué es el QPI? Preguntó el señor pito. Es una clave de radioteléfono que quiere decir patrón, ¿o sea que ustedes sí tienen patrón? Claro los dueños de los taxis que nos dan las órdenes y nos imponen las maquilas de la esclavitud.
Explíqueme, me contestó el señor pito. Pues son QPI cuando les conviene, porque cuando no salen diciendo que los taxis son arrendados. Qué vivos dijo el señor pito. Usted lo dice, contesté yo. Mire tenemos muchos deberes pero ningún derecho como taxista. Cuénteme más, dijo pito. Señor, nos obligan a pagar parqueaderos, frecuencias de radioteléfono y suspensiones impuestas por las empresas pagadas con dinero, seguridad social como independientes en asociaciones que intermedian ilegalmente las afiliaciones a este derecho. Pero eso es ilegal, contestó el señor pito mientras manipulaba o anotaba en su backberry aterrado con lo que yo le contaba. ¿Hay más injusticias? Cuente, cuente señor taxista, dijo pito. Cómo le parece que existe también un ahorro sin ninguna garantía que algunos lo devuelven si el taxi no fue dañado o algún accidente, de lo contrario lo descuentan por daños de latas, sabiendo que dicho vehículo tiene seguro actual y contractual, el resto queda como prima navideña de nuestro propio ahorro, otros dan $50.000, o sea una entrega al año. Me voy a comprar un taxi, murmuró el señor pito. Oiga esta otra, señor pito, no permiten descuentos en la entrega por horas perdidas en taller y mucho menos descuentos de facturas de 5.000 - 7.000 pesos porque es de mínimo valor, de lo contrario el taxista que lo haga es un miserable. ¡Increíble! Me bajo triste, chao -lo llama para la segunda parte señor taxista- bueno chao, contesté yo.
Taxista amigo Daniel
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015