De 600 habitantes de la calle, el 30% son profesionales
Señor Director:
Un censo que preocupa, que invita a pensarnos como comunidad, como ciudad
universitaria, así es conocida Manizales en el territorio nacional. Es claro que nos consumen tiempos de incertidumbre económica, física, política, social - humana - la catástrofe económica/política en la globalización tiene sus efectos en todos los rincones de esta aldea global.
Y la degradación humana es uno de ellos. El individualismo reinante, imperante han hecho que seres que se han preparado para mejores cosas, terminen engrosando los cinturones de miseria de la ciudad, ¿tal vez la política del sálvese quien pueda tenga algo que ver?
En una de sus frases George Orwell nos dice “Ver lo que se tiene adelante exige una lucha constante” de ahí que estos hechos, no pueden cegarnos como ciudadanos y dejar la tarea en la búsqueda de mejores horizontes para todos, es de vital importancia una reflexión constante entorno a los graves problemas que aquejan a nuestra ciudad, a nuestra región que no son muy lejanos a los de toda nuestra patria.
El abismo de la miseria pública en que hemos caído, los altos niveles de corrupción, violencia, consumo de drogas de todo tipo y de ser una región donde el problema de la trata de personas nos ubica en los primeros lugares en el país. La ausencia del pensamiento crítico en nuestras universidades, es tema de relevante preocupación para muchos manizaleños y caldenses comprometidos con el bienestar de nuestra región.
Es apremiante el esfuerzo de pensar estrategias que nos separen del abismo reinante, y que lleven a nuestra población a un terreno más seguro. De consenso colectivo es el buscar salidas, de obligación prioritaria para nuestros dirigentes que tienen el mandato constitucional de prevenir tales situaciones; de ahí la importancia constante de indagar en nuestro territorio; en tiempos de discusiones del POT, Manizales entera no puede darse el lujo de ignorar una situación tan lamentable, de tan profunda gravedad como lo es tener 600 habitantes de la calle, de los cuales como lo dice el informe, el 30% tiene altos niveles de educación. La razón según lo manifiesta un alto funcionario de la administración municipal, es “la adicción a las drogas psicoactivas o el consumo de licor”.
No se nos puede olvidar a los habitantes de esta región, que la mayor riqueza de un país es su capital humano, es evidente según este panorama que en nuestra ciudad esta riqueza se ha desperdiciado, o al menos algo va mal.
Vivimos momentos en que las desigualdades sociales se profundizan, el individualismo es la regla, lo ilegal manda, la corrupción campea, nuestros sistemas de convivencias son desquebrajados a diario. Ante este panorama solamente con voluntades férreas es que debemos revertir estos acontecimientos de vergüenza social, de incapacidad como sociedad.
Nos corresponde entonces dar sentido y aliento de gran envergadura a esta misión de superar nuestras dificultades. Haciendo de nuestra cotidianidad una oportunidad de transformación de cambio, para concretar esas acciones, que nos permitan cambiar el rumbo de esta historia.
La visión de Édgar Revéiz es una síntesis de lo que nos aqueja, pero también un mensaje en la búsqueda de salidas, por que los manizaleños y caldenses nos merecemos un mejor presente, y una mejor apuesta de futuro.
Óscar Robinson Gómez Quintero
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