Faltó un rector
Señor Director:
A raíz del cumpleaños No. 70 de la Universidad de Caldas el Dr. Jorge Raad Aljure publicó un excelente estudio en Papel Salmón de su periódico sobre los rectores de la institución, allí faltó un rector encargado, el doctor Herman Bueno Ramírez, en tal posición me pidió mediante carta que lo acompañara en la promoción de los deportes en la U., con Bueno Ramírez conversé y le sugerí nombres.
El doctor Arturo Gómez Jaramillo no era manizaleño, él nació en Abejorral Antioquia, muy pequeño lo trajeron a Manizales, estudió en el Colegio Nuestra Señora de la ciudad, en la U. Nacional de Bogotá se graduó de Abogado. Fue director de LA PATRIA, cónsul de Colombia en Ginebra, Suiza, fue rector de la Universidad de Caldas en dos oportunidades, fue traductor de poetas franceses como Rimbaud y Claudel, para mí, en mi vida universitaria, 1952-1959, fue el más intelectual de los rectores de la década de los años 50.
La última vez que conversé con él, pocas semanas antes de morir, 1987, estuvimos hablando en el Café “La Cigarra” allí recordamos el episodio con un Gobernador de Caldas cuando le zampó la frase de Talleyrand a un contrincante político, “lástima que usted solo sea un hombre alto con poca cultura”. Le pedí, también, que me recitara su frase favorita: si Dios me concediese la celeste residencia como a los santos antiguos, qué fuerte me sentiría, ... el resto lo olvidé.
Respetuosamente,
Daniel A. Miranda
Los inocentes chicos de Holocausto
Señor Director:
Definitivamente estamos en manos de estos chicos.
Al salir a la calle, ya no nos tenemos que encomendar a Dios para que no nos atropelle un carro, o se nos caiga un techo encima, sino para que no nos encontremos con los integrantes de esta barra brava.
Pero lo lamentable es que a la Policía se le salió de las manos el control de estos “Adorables chicos traviesos”.
Entonces si esto es así; ¿por qué no dan el control a los miembros del batallón Ayacucho, pues estos no cargan consideración ni contemplaciones?
Ahora bien... para poder tener tranquilidad y paz en nuestro Manizales hay que sacrificar el fútbol profesional, pues que en hora buena sea liquidado o cedida la ficha.
Al señor concejal que lidera estas llamadas barras de vandalismo al parecer solo le interesa tener de ellos el aporte político y nada más.
José Fernando Correa Velásquez
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