Proyecto chatarra
Señor Director:
Un poco más de 20 millones de pesos, fueron empleados mediante contrato con un particular del municipio de Anserma, para la recuperación de la carrera 23 y el centro histórico de Manizales. En la época de Navidad, por lo general se dan regalos de toda clase. Es un mercado parecido a la película: Voy, mato y vuelvo. En unos pocos días se repartieron chalecos, camisetas, se difundieron afiches y plegables, como también fotocopias alusivas al comparendo ambiental. Si esa es la dinámica para recuperar muchos años de abandono, deterioro y degradación de todo ese escenario, hay una grave equivocación, porque el atenderlo, significa refundarlo; hay que hacer un estudio serio y consecuente en el área social, cultural y ambiental, considerando que se trata de problemas de invasión, mal uso del suelo, abandono de espacios públicos, falta de conservación y mantenimiento de monumentos públicos, función social y cultural de los inmuebles. Es decir, no se trata de un paseo por la carrera 23 y centro histórico, repartiendo cosas que nadie entiende el significado. Esto mismo aconteció con otro contrato de estudio y difusión del patrimonio de monumentos públicos, que nada le dejó a Manizales, porque no se cuenta con un plan de protección y conservación; de ese ejercicio no quedaron sino postales, hasta mentirosas, porque ponen a ver bonito lo que está abandonado y sucio. El olor y la cochinada no se nota en una foto. Todo resulta ser un despilfarro; similar a lo que se hace con las tales partidas globales, que desde hace mucho tiempo se invierten en jugar fútbol a final de año y de "robotizar el tiempo libre". Qué tal esos imaginarios, que desconocen la realidad de Manizales, en cuanto a las necesidades insatisfechas. Son muchos millones para tiempos efímeros y acciones sin sostenimiento. La falta de una política real, es lo que hace que se ponga de manifiesto la repartición de un ponqué que se come rápido en la celebración de un cumpleaños. Los parques, los bienes culturales, las zonas verdes, los monumentos nacionales, los inmuebles históricos. Todo esto, ha sido demandado para la protección y mantenimiento mediante planes de manejo, con éxito mediante acciones judiciales. Es allí donde se debe fijar la atención y enfocar los planes de desarrollo y ordenamiento territorial, porque es la vida pacífica, cultural y social de los habitantes de la ciudad, es la tranquilidad, la paz y la recreación permanente; por así decirlo el descanso que merece la comunidad. En consecuencia, emplear dinero en contratos y proyectos "chatarra", es una abominable condición de la gobernabilidad con lo cual solo de paga favores políticos para seguir bailando sobre la ruina y la degradación.
Eso de experimentar la robotización del tiempo libre, es como el juego de las ratas de laboratorio. Es una invasión más, no es sino ver la gran basura de todo a mil, rompecabezas baratos que se desploman en media hora, muñecos, carros de material ordinario, etc. La basura, tanto imaginaria como la que se recoge, es similar o la que se dispone en el presupuesto local. Lástima que estemos pagando impuesto para que nos devuelvan basura.
Enrique Arbeláez Mutis
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