Píldoras dietéticas
Señor Director:
- Cortesía vs. Academia
Por aquello de "gajes del oficio", debí regresar a la Universidad Nacional después de muchos años para solicitar un servicio propio de su naturaleza académica. Como colombiano que dejamos todo para la última hora, el tiempo se convierte, ahí sí en oro y empieza a hacernos falta cuando en muchas ocasiones no lo apreciamos y lo despilfarramos. Tal vez por suerte o porque así lo es, me encontré con la energía estimulante del ambiente académico que allí se respira como Alma Máter internacional, rodeada de funcionarios que desarrollan su trabajo con amabilidad y respeto por el usuario y no como tantos otros asalariados que lo hacen por necesidad y dan rienda suelta a sus malos modales y falta de educación para atender público, razón de su ocupación. No solo desarrollaron su trabajo con empeño, también saben que los celulares cumplen una función social y de servicio al cliente.
Bien por la Universidad Nacional, que sigan así y que sean ejemplo para tantos funcionarios mediocres que atienden con displicencia a quienes les pagamos para que nos atiendan mal.
- Crucigrama enciclopedia
Los ociosos intelectuales "perdemos el tiempo" leyendo o haciendo crucigramas que mantienen viva nuestra ignorancia cuando creemos que sabemos mucho. Uno de los mejores entretenimientos es el crucigrama dominical que por su variada temática y por la riqueza de aspectos que aborda, se convierte en una pequeña enciclopedia.
La ingeniosidad, el diseño y laboriosidad, señalan que se trata de toda una arquitectura gráfica que combinada con la creatividad y la tecnología periodística, su resultado es un ameno y suculento banquete para deleite de toda la semana.
En esta prueba miscelánea, reafirmé cómo el pueblo colombiano vive feliz con la cantidad de tiempo vacante por la acción milagrosa de nuestra Iglesia Católica refrendada por la Ley Emiliani (?) Más de 20 puentes festivos es algo que desacelera la economía, que interrumpe el ritmo normal del trabajo, endeuda a más de una familia con el cuento de pasear y no quedarse atrás de las amistades, de los vecinos y en últimas, la pereza laboral que se aprecia sin que seamos muy acuciosos, ni muy observadores.
Ahora sí empiezo a entender, por qué los colombianos somos tan felices, según encuestas internacionales.
Por el crucigrama me he informado de muchos datos que desconocía de nuestra hermosa ciudad y otros aspectos que debería saberlos y los ignoraba.
Felicitaciones a "LA PATRIA" y al autor del crucigrama Iván Olarte Casallas.
Cordialmente,
Elceario de J. Arias Aristizábal
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