Sefarantioquia
Señor Director:
Los reyes Católicos de España, Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla, retoman a Granada el 6 de enero de 1492, expulsando a Boabdil, emir musulmán y reconquistando el último reino musulmán de Europa Occidental, (que había permanecido por 800 años en España) propiciando así el nacimiento de una nación joven y poderosa. Ya unificado geográficamente el reino, el siguiente objetivo se dio el 3 de agosto del mismo año, acatando el "Edicto de Granada" del 31 de marzo de 1942, donde se decreta la expulsión de los judíos de España. Coincidencialmente ese mismo día, (3 de agosto) Cristóbal Colón parte para lo que sería el descubrimiento de América.
El Edicto de Granada, de los reyes Católicos, les ordenaba a los judíos convertirse al cristianismo o marcharse, esta medida se enmarcó dentro de una política de unidad religiosa adoptada por la Corona tras la Reconquista de la península, para evitar la influencia judía en los nuevos cristianos. Los judíos conversos que seguía practicando el judaísmo, eran juzgados por la Inquisición.
Con la expulsión de los árabes y judíos se inició la decadencia de España.
Sefarad, es un topónimo bíblico mencionado en el Libro de Abdias (Antiguo Testamento) que corresponde hoy a Sardes (Turquía) o a Sharpada, cerca a Babilonia (Irak) o a Sabarian (Siria), donde fueron llevados en cautividad los judíos en el año 586 a.C., cuando fue destruido el Templo de Jerusalén por los
babilonios. A partir de 1492, cuando se identificó Sefarad con España, ya que en la lengua hebrea era la palabra que se utiliza para referirse a España y Portugal. A los judíos procedentes de la península Ibérica, se les denomina como sefardíes, para diferenciarlos de los asquenazíes, oriundos de Europa Central y Oriental.
Muchos judíos llegaron a Colombia, pero ocultaron su origen para huir de la Inquisición que perseguía a todo lo que le oliera a judaísmo. Desde 1513 vivían judíos conversos en Santa María de la Antigua, en el Urabá antioqueño. En el siglo XX, debido a la hambruna, las guerras y la persecución en Europa, llegaron grupos de judíos a Medellín, casi todos asquenazíes. En una investigación genética de la Universidad de Antioquia, se determinó que las primeras familias antiguas, tienen un 14% de genes sefardíes.
Porfirio Barba Jacob, dice en su poema "Fragmentos Prologales ": Soy antioqueño,/Soy de la raza judía,/ Gran productora de melancolía,/Según expresión de Ortega y Gasset,/ Y vivo como un gentil que no espera ningún Mesías... Hasta hace poco a los habitantes del barrio El Poblado, en Medellín, los llamaban "los israelitas".
Los judíos que llegaron a Antioquia, cambiaron sus nombres y apellidos bíblicos para evitar la Inquisición, pero una vez desactivada ésta y de haberse logrado la Independencia de España, resurgen los bellos nombres del pueblo de Israel como Adán, Abraham, Andrés, Benjamín, Daniel, Efraín, Elías, Felipe, Gabriel, Isaac, Jesús, José, Josué, Neftalí, Noé, Rubén y Samuel o Débora, Elvira, Ester, Eva, Isabel, Miriam, Magdalena, Martha, Olga, Ruth, Noemí, Ester, Isabel, Rosana, Susana, Sara y Salomé.
Topónimos bíblicos y orientales en Antioquia y Gran Caldas: Jordán, Antioquía, Alejandría, Siria, Armenia, Belén, Betania, Betulia, Damasco, Líbano, Filadelfia, Jericó, Mesopotamia, Salamina, Palestina, La Tebaida, Tarso, Tabor y Támesis.
Apellidos judíos sefardíes en Antioquia: Acevedo, Acosta, Álvarez, Ángel, Arboleda, Carmona, Castaño, Castro, Duque, Escobar, Fernández, Flores, Franco Hurtado, García, Jiménez, Gómez, Gonzáles, Muñoz, Pérez, Ramírez, Rojas, Ruiz, Salazar, Valencia, Vargas, Vásquez y Zapata.
Costumbres judías de los antioqueños: Movilidad geográfica-errebundos; negociantes- pasión por el juego (dados-cartas-chance-loterías y ruleta); ostentación y exageración; locuacidad y extroversión; supersticiosos y creencias en fantasmas, duendes, apariciones y brujas; regionalistas- amantes de su territorio. Si ojeamos y hojeamos el directorio telefónico de Manizales, vemos los mismos nombres y apellidos de la Sefarantioquia, gran cantidad de topónimos bíblicos en sus municipios y veredas, algunas costumbres similares, etc., lo cual nos indica que nuestros ancestros antioqueños nos aportaron una buena proporción de genes sefardíes. Para profundizar en algunos aspectos, por favor remitirse a Daniel Mesa Bernal en "Los judíos en el Descubrimiento de América".
Fernando García Cuartas
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