Escarabajos de la montaña
Señor Director:
Se llaman entomólogos los que estudian los insectos. Uno de ellos (de los entomólogos), y muy connotado, el doctor Luis Fernando Vallejo, registró la existencia de los escarabajos Phyllophaga tesorito y Ceraspis ajonjolí, según información de LA PATRIA publicada el 28 de julio de este año.
Phyllophaga (no Phyllophaya, como escribe el diario), quiere decir “comehojas”, que se alimenta de hojas de árbol o de planta. Esta palabra griega latinizada designa el género del animalito. La especie es tesorito, con minúscula a pesar de que fue hallado en la granja Tesorito, de la Universidad de Caldas. Puesto que los nombres científicos de los vegetales y de los animales se escriben en lengua latina, tal vez hubiera sido mejor designar la especie como thesauri o thesaurili (del tesoro o del tesorito).
Ceraspis es otro término griego latinizado; su traducción puede ser escudo córneo, escudo de cuero. La especie es ajonjolí, por el parecido que su dorso guarda con la semilla de esta planta. Ahora bien, el ajonjolí se conoce también como sésamo, por lo cual hubiera sido del caso bautizarlo con el nombre de Ceraspis sesamoides, o sea que tiene forma de semilla de sésamo.
Lo anterior en cuanto a la nomenclatura. Pasemos a otros aspectos. “Si en el mundo hay un millón y medio de especies, un millón son insectos. Uno de cada tres animales de este planeta es un escarabajo”, indicó el doctor Vallejo. Tuvo un lapsus, ya que esa tercera parte es de insectos, no de escarabajos. Todos los escarabajos son insectos pero no todos los insectos son escarabajos.
Estos animalitos reciben también la denominación de cucarrones. Las mariquitas son escarabajos muy pequeños y de colores vivos. Anota el periódico que los escarabajos se nutren del humus del suelo y que “rumean” las hojas y los troncos de los árboles muertos. Respecto de lo primero hay una excepción: los cucarrones “mierderos”; y respecto de lo segundo, el verbo no es rumear sino rumiar. Y como estamos castigando el lenguaje, digámosle a la periodista que elaboró el informe que el plural de mojojoy es mojojoyes, no mojojois.
Los escarabajos aquí mencionados fueron hallados en la montaña cafetera colombiana; hubo otro, más importante aún, el ciclista Ramón Hoyos Vallejo, “El escarabajo de la Montaña”.
Don Cecilio Rojas
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