Olafo
Señor Director:
El 14 de junio afirmó Óscar Domínguez, en su columna del periódico de casa, que Olafo el Amargado es sueco; casi, porque es noruego. De todos modos es un vikingo escandinavo que últimamente se denomina a sí mismo Olafo el Terrible.
Su esposa Helga es una singular mezcla de ama de casa, hacendosa y trabajadora incansable (o, más bien, cansable, porque muchas veces se le ve extenuada por las labores domésticas), y mujer mandona y ejecutiva, amiga de sus amigas y excelente miembro de familia.
El hijo de la sin par pareja es Hamlet, niño estudioso que se la pasa leyendo, formulándole a su papá preguntas importantes y tratando de sacarle el cuerpo a una niña enamorada de él, que lo atosiga y trata de manipularlo. Astrid es la hermana mayor de Hamlet; es una hermosa rubia en edad de merecer y que, precisamente, tiene un novio llamado Suso, poeta y músico, que vive del ambiente. La suegra de Olafo es una especie de Doña Feróstica, que desde un principio se opuso a ese matrimonio y a veces los visita. Completan la familia de nuestro héroe el perro Esnerto (antes Siripo) y la pata Kvac con sus paticos.
Gran amigo, compañero y subordinado de Olafo es el bobo Chiripa, guerrero o soldado de infantería, marinero-cocinero o simplemente contertulio en la taberna. Dicen las malas lenguas que Chiripa es hermano de Helga.
El médico de Olafo es el doctor Zocotroco, combinación de galeno, brujo y golfista; le controla el peso (o, más exactamente, trata de controlárselo), le cura las heridas recibidas en combate, amén de aliviarlo de las gripas. Asesor jurídico es el abogado Coyado (o Koyado), quien asiste a Olafo en las dificultades fiscales, negocios de finca raíz y cuando va a parar a la cárcel. El consejero espiritual es un fraile o monje robusto y bonachón cuyo nombre se me escapa. Vecino de la familia es el señor Sven Svensen, quien con su esposa visita a la pareja hasta tarde de la noche.
Saqueador de castillos ingleses, cada uno de los cuales tiene su propio rey, Olafo es el capitán de un grupo de combatientes que lo siguen por la paga, siempre y cuando la batalla no sea muy riesgosa. Uno de los peores enemigos de Olafo es Atila el Huno; otro es Dirk el Sucio. En muchas ocasiones el capitán se enfrenta al ejército enemigo al borde de un abismo, auxiliado solamente por su escudero Chiripa. En otras oportunidades tiene que atravesar desiertos o permanecer, náufrago con Chiripa, en un islote en medio del mar.
Este comilón compulsivo que se enfrenta a dragones flamígeros y carnívoros y que lleva a su casa, de cabestro, dragones herbívoros y elefantes amaestrados, de tarde en tarde sube a la colina de la sabiduría para recibir consejos de un viejo sabio y barbudo o para aconsejar a su propio hijo. Y cuando bebe cerveza en la taberna, feliz, dichoso y relajado, parece decir a cada uno de nosotros: “mejore su imagen, ¡sea como yo!”
Don Cecilio Rojas
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