¡Sí se pudo!
Señor Director:
Hace un año, Manizales se preparaba para ser una de las sedes del evento deportivo más importante en la historia de nuestro país y, en fútbol, el segundo más importante en el planeta, el Mundial Sub20 de la FIFA Colombia 2011. Tuvimos el honor de hospedar al grupo C, compuesto por Australia, Costa Rica, España y Ecuador.
Siendo entonces secretario de Deporte, pude ver algo maravilloso, unidad y trabajo en equipo, teniendo en tiempo récord los escenarios deportivos y los requerimientos técnicos. Diferentes instituciones y empresas de la ciudad extendieron su mano para cooperar, pues entendían que esta era una excelente oportunidad para posicionar el nombre de Manizales en el mundo.
Carecíamos de ciertas características que tienen las grandes ciudades, pero también teníamos una importante fortaleza, nuestra calidad humana. Esto nos permitió tener 250 voluntarios de primer nivel. Cuando Casildo Caricol Porro, ejecutivo de la selección española, llegó al aeropuerto La Nubia, dijo: “¡ni en un Mundial de mayores nos han recibido de esta manera!”.
Qué grato fue ver a los niños del barrio San José, integrantes de las escuelas deportivas por la paz del Once Caldas y la Fundación Lúker, quienes fueron los recogebolas y edecanes de las selecciones. Muchos de ellos nunca habían ido a un estadio y seguramente nunca lo olvidarán.
Recuerdo con especial agrado el partido de octavos de final entre Corea del Sur y España, visto por 120 millones de personas en el mundo, y en el que el nombre de Manizales fue escuchado. En esa ocasión la ciudad se comportó a la altura, tuvimos una excelente asistencia y en la logística tampoco fallamos.
En la comida de despedida, en Bogotá, media hora de vallenato no pareció animar al Comité Ejecutivo de la FIFA, al que acompañaba el alto gobierno colombiano. De repente, comenzó a sonar un clarinete interpretando la bella melodía de la Pollera colorá, fui testigo de cómo esta tonada colombiana se robó la atención y las sonrisas del público más selecto, hasta algunos salieron a bailar.
Este evento quedará en la historia de nuestro país como un gran logro y en la memoria de Manizales como un gran ejemplo de nuestra pujanza cuando nos proponemos a trabajar en conjunto.
Gracias a todas las personas e instituciones que hicieron parte de este proyecto de ciudad.
Luis Carlos Velásquez Cardona
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