Corrupción: tentáculos, efectos, consecuencias
Señor Director:
Al mirar con detenimiento el accionar socio económico y cultural de nuestra querida Colombia, se observa un proceso denigrante progresivo con una cúpula dominante formada por todos los que tienen en sus manos el manejo de los dineros del Estado y que en una u otra forma disfrutan a su antojo de todas las prerrogativas para engrosar el contenido de sus bolsillos. Ahí se encuentran quienes disfrutan de los beneficios de la seguridad democrática en todas sus formas y que constituyen la raíz de la corrupción.
Este potente patrón irradia sus tentáculos a todos los niveles de las organizaciones del Estado, nacionales, departamentales, municipales en procura de beneficiarse de la cúpula a quienes han apoyado con la actitud en las campañas además de su aporte electoral. Esos tentáculos penetran en los entes de control hasta corromper la justicia a tal punto que cuando son sancionados algunos de los que se han robado miles de millones de pesos con tres, o máximo siete o diez años de casa por cárcel, quienes por tocar unas insinuantes nalgas, o por entregar un billete falso les aplican cuatro y seis años de confinamiento hacinador.
En el transcurrir del tiempo en nuestra patria, los efectos no se dejaron esperar; se organizaron las guerrillas con todo su accionar y como réplica el paramilitarismo aberrante y vulgar. Los dineros sobrantes de la avaricia, no alcanzan para inversión social y por consiguiente se afecta, la educación, la salud, generación de empleo; se agudiza la pobreza, se presiona cada vez más a los habitantes con el abuso en los servicios públicos; no hay oportunidades de trabajo; aparecen las desorganizaciones familiares; las bandas criminales y juveniles; el maltrato infantil; la prostitución y la explosión demográfica irresponsable.
Sin embargo, la cúpula lucha porque se acabe todo vestigio que afecte su seguridad para poder seguir robando en completa paz.
Como consecuencia aparece el desorden social, la cultura de la deshonestidad; contra la cual nunca la sociedad civil se ha preocupado en extirpar al menos haciendo alguna marcha contra la corrupción.
Atentamente,
Euclides Manrique
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015