Los pecados del Mineducación
Señor Director:
Si bien es cierto que ha habido Ministros sobresalientes, también es cierto que ha predominado la política; la cual, en su desempeño educativo no ha sido del todo positiva.
Muchas veces es más lo que obedecen a sus patrones o escuchan demasiado a sus asesores. Entremos en materia en cuanto al tema a tratar.
1. Las jornadas de estudio
4 La causa principal fue un ahorro mal entendido para no construir más colegios y escuelas.
4 Las consecuencias se ven cada día más graves y los padres de familia claman porque el sistema no siga.
4 El maestro tuvo la oportunidad de “comercializarse” en su profesión. Logra mayor empleo con el perjuicio social del desempleo de otros.
4 Sus prestaciones sociales se multiplican con el agravante social de un desequilibrio absorbente y egoísta.
4 En una palabra, se malogra la educación porque desaparece el maestro formador del ciudadano.
4 El estudiante quedó como víctima por el recorte del tiempo para su educación y de un espacio libre muy extenso. ¿Expuesto a qué? A las malas compañías, al mal ejemplo, al vicio.
Nota: Volver atrás en la medida no es fácil, porque vienen los intereses tanto personales como de los sindicatos. Ser conscientes, es bueno predicarlo, mas no practicarlo. Mirar más el bien general que el particular, debe ser, pero vaya hágalo cumplir. La verdad es que mientras no se eduque mejor, tendremos mayor delincuencia.
2. Otro problema grave es la educación mixta. Un buen fin de saber convivir en medio del respeto.
¿Sí le lograría tan bello fin o más bien fue el “desbarajuste social”?
Mejor no hablar, que lo digan los padres de familia, los maestros y los mismos estudiantes.
¡Qué bueno fuera un consenso!
3. Los medios de comunicación se han convertido, en no pocas ocasiones, en un mal ejemplo.La niñez y la juventud son víctimas de lo que ven, oyen y leen.
Si es cierto que hay libertad de expresión, igualmente es cierto que no tienen en cuenta los parámetros que la rigen. ¡Cuántas veces obra más el dinero que la responsabilidad!
4. Los últimos decretos del Ministerio y leyes del Congreso deben ser revisados.
Querer darle los derechos al niño sin exigirle los deberes, es muy peligroso. Pasamos de un extremo al otro.
Solamente la combinación de los dos, derecho y deber, da la perfección.
Quitarles autoridad a los padres y maestros para que no se abuse de los niños, es laudable.
Mas si no hay una buena reglamentación en la ejecución, se malogra la educación.
¿No será conveniente, tanto para padres de familia y maestros, unos cursos de buenas relaciones?
Cuesta decir esto, pero sí estamos con los que creen, que debemos ser más conscientes con nosotros mismos.
5. La promoción al grado siguiente por decreto, es pedagógicamente un gravísimo error.
Conclusión final:
La sociedad necesita más maestros pedagogos que instructores.
La celebración del día del maestro se cifra más en alabanzas que en examen y reflexión.
Los laureles son peligrosos cuando se queda en ellos y no se es más consciente.
Ernesto Quintero Gil
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