A toda carrera
Señor Director:
Así fue hecha, por las fiestas de Añonuevo, la edición de LA PATRIA del 2 de enero.
Empecemos por El Afinaito (páginas 1a y 10b), que debe llevar tilde: El Afinaíto. Sigamos con los pasajeros que “alcanzaron a evacuar” (página 2a) no sé qué y con “la remoción del cuerpo dinámico” (página 2a), que era un bus.
Continuemos en “el área campamentaria” de los guerrilleros que fueron “dados de baja” y “neutralizados” (página 3a) pero por los siglos de los siglos.
Pasemos a los quemados por pólvora en el departamento y en el municipio (página 3a) pero averigüemos primero si Manizales pertenece a Caldas, porque la información es confusa. Preguntemos después a un médico desde cuándo el íleon se llama lleon (página 3a).
Expliquemos enseguida que en Venezuela se “realizan” misas (página 5a), no se celebran ni se ofician. A continuación lamentemos que la hija de un distinguido riosuceño se llame Luz Andriana (página 7a).
Trasladémonos luego al África, porque al estadio de Abiyán le cambiaron el nombre: antes se llamaba Félix Houphouët-Boigny, un presidente de Costa de Marfil, y ahora se llama Felix Hufue Buañi (página 13b).
Pero todo lo anterior no es nada comparado con el escrito de Pedro Felipe, excelente en el fondo y desastroso en la forma: queísmo ventiao o a la lata, sentido agudo “hacia” importantes poblaciones, ver poblaciones “en forma” de sus luces, cerros “asilados”, la Virgen y Bolívar como dos grandes “arcanos”, y materiales de construcción que “arrimaban” a La Merced a lomo de mula.
Y, para terminar, el querido padre Efraín Castaño nos habla de una pastoral “en la que se requiere a los fieles el uso de buen comportamiento”, y de un decreto que suspende fiestas religiosas “comentando que éstas producen falta de oficio y despilfarro de tiempo”. Entendí lo del despilfarro pero me quedé pensando en la falta de oficio: falta de oficio será la mía que despilfarro el tiempo escribiendo pendejadas …
Don Cecilio Rojas
¿Tenemos autoridad?
Señor Director:
Creemos que no. Analicemos 10 razones.
Existen los lugares apropiados para recoger y dejar a los pasajeros. ¿Por qué no se hace cumplir? Porque no tenemos autoridad. ¡Qué buena imagen daría la ciudad!
El carro particular estaciona donde quiere y como quiere. Existe la prohibición, sobre todo en la Avenida Santander, donde causa tanto trancón. ¿Por qué no se sanciona? Porque no tenemos autoridad. ¡Cuánto dolor de cabeza nos causa!
La velocidad y la transgresión de las señales de tránsito, son preocupantes. ¿Por qué no se remedia? Porque no tenemos autoridad. ¡Cuánto accidente se evitaría!
Las motos, cada día se ve más claro, que el problema es muy serio. ¿Por qué no se sancionan? Porque no hay un estudio serio. ¡Cuándo será ese cuándo …!
El pico y placa del carro particular y de las motos, es una necesidad imperiosa.¿Por qué no se aplica? Porque los intereses particulares se imponen y no dejan. ¿Es que el señor Alcalde no manda?
La Avenida Santander, debido a su estrechez, exige un estudio especial. ¿Por qué no se hace? Porque no tenemos una buena administración que convenza al Concejo y ejecute. ¡Necesitamos ser más ambiciosos y atrevidos!
El número de taxis, busetas y carros particulares, es desproporcionado para una ciudad que quedó sin las vías apropiadas. ¿Por qué no hacer un estudio al respecto? ¿Será que la esperanza se perdió?
El espacio público, cada día es más invadido. ¿Por qué no se hace respetar? Porque la autoridad es ciega, sorda y muda. ¡Lo malo es que cuando actúe, puede ser tarde!
La Carrera 23, otrora orgullo de la ciudad, se convirtió en una segunda Galería. ¿Quién es el culpable? Hacemos juicio que el gobierno municipal. ¡Los males cuando cogen ventaja, se vuelven insolubles!
En conclusión, Las autoridades de tránsito no actúan. El gobierno municipal no planifica, no proyecta. La ciudadanía es indiferente, no exige.
Ernesto Quintero Gil
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