El caso Colmenares ¿un homicidio culposo?
Señor Director:
Si la intención de todos los jóvenes que participaron en dicha golpiza no era la de matar al joven; sino más bien causarle dolor o castigarlo por algún motivo que aun desconocemos, pero que gracias al licor y a la rabia e ira con que fue atacado éste murió; ¿entonces de qué clase de homicidio estamos hablando? ¿de un homicidio culposo? Consagrado en el artículo 109 del Código Penal Colombiano.
¿Por qué los testigos aparecen después de uno o dos años de sucedido el homicidio? A quien no le da miedo ser testigo en un caso tan delicado y donde hay tanto poder económico como quizás poder político de por medio.
Toda esta historia judicial no puede ser una fantasía y cuento de hadas, es una realidad que está pasando. Por tal razón todos los colombianos estamos esperando un juicio justo-imparcial y sin ninguna clase de presión política ni judicial ni económica como se comenta que se está presentando en estos estrados judiciales con respecto a este caso.
José Jhon Fredy Corredor Nieto
Secretario de Tránsito
Señor Director:
Personalmente tengo el mejor concepto del Secretario de Tránsito de la ciudad, pues a pesar de la complejidad de nuestras vías, con su trabajo tesonero ha logrado un ordenamiento satisfactorio, al menos en buena parte de la geografía manizaleña.
Destaco, por ejemplo, lo realizado en el sector de residencias Manizales. Durante mucho tiempo y diversas administraciones estuvo reinando el caos en el tránsito automotor. Con la cooperación de varios líderes cívicos, los funcionarios de Tránsito aplicaron una señalización por demás adecuada, que por una parte le dio fluidez al movimiento vehicular y por otra redujo el inminente peligro de accidentalidad que allí existía.
Desde luego que habrá vecinos no totalmente satisfechos, sobre todo aquellos cuyas casas están ubicadas en la carrera 18, que conduce a La Sultana, puesto que quedó de doble vía. Yo había sugerido que se utilizara la calle 73 para el desplazamiento de parte de las busetas que de La Sultana se dirigen al centro, con el fin de mitigar un poco el alto tráfico que ahora se desplaza por frente al Colegio Redentoristas en uno u otro sentido, pero son los técnicos quienes al final deciden.
No quisiera pasar por alto el tema de las motos. En efecto, considero que a esto se le debería poner un cuidado especial. La multiplicación del número de estos aparatos obedece a las ventajas que su uso ofrece en cuanto a precio de adquisición, consumo de combustible y facilidad de desplazamiento. El problema radica en la falta de experiencia y conocimientos de conducción por parte de muchos motociclistas. El Estado está en la obligación de “…servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución…” (Art. 2). Luego las autoridades de tránsito deberían adelantar programas de pedagogía aprovechando los frecuentes “retenes” que realizan, enseñando a los conductores de motos a ser prudentes con la velocidad, a respetar a los demás conductores y a los peatones, a transitar por la margen derecha de la vía, a no adelantar a otro vehículo por la derecha, a no conducir su aparato por entre los carros, así estén detenidos, etc. Consolidada esta campaña, ahí sí exigir con severidad el cumplimiento de las normas del Código Nacional de Tránsito Terrestre, sin contemplación alguna.
Del señor Director, atentamente.
Manuel Galindo A.
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