¿Cuál prosperidad?
Señor Director:
El señor presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, ateniéndonos a las informaciones que se han podido filtrar de la clínica-búnker de La Habana, se encuentra en estado de coma inducido lo que lo incapacitó para haber prestado el juramento para legalizar el ejercicio de otro período presidencial. Destacados juristas venezolanos han declarado públicamente que se requería encargar del gobierno al presidente de la Asamblea Nacional según lo reza la Constitución vigente. Pero la citada Asamblea se limitó a reelegir al teniente Diosdado Cabello como presidente de la misma, sin encargarlo provisionalmente del gobierno, como tampoco al vicepresidente Nicolás Maduro señalado en días recientes por Chávez como el más conspicuo heredero del trono. Así las cosas la nación venezolana presenta en este momento un verdadero vacío gubernamental, sometida a una terrible incertidumbre que podría desembocar en lamentables consecuencias. Pero esta es la forma como los fundamentalistas de izquierda y marxistas radicales resuelven los graves problemas jurídicos, constitucionales y legales, afirmándose más en el modelo de los estados autocráticos y totalitarios. Y no nos extrañemos tampoco que la Directiva de la Unión Panamericana, liderada por el señor Insulza, se haya manifestado refrendando este esperpento jurídico-político, cuando en ocasión reciente ese organismo que creíamos ecuánime y confiable, se pronunció contra el gobierno colombiano, específicamente de nuestras fuerzas armadas, señalándolas de violadoras de los derechos humanos para cubrir así los horrendos crímenes de los extremistas armados, cuando ni siquiera el señor Obama de USA ha dicho esta boca es mía. Y ahora nuestro presidente Santos Calderón terminó el año anterior proclamando a todos los vientos dizque los altos índices de avance y prosperidad de nuestro país durante los dos primeros años de su administración. Que dizque dos millones y medio de ciudadanos obtuvieron trabajo. ¿Y dónde fue ese prodigio? A excepción de diez o doce cargos y ministerios y asesorías nuevos para sus íntimos y válidos a cambio de apoyo a su gobierno, el resto, que no fueron tantos, los ha creado la empresa privada más el enorme incremento de puesticos de micronegocios que vemos diseminados en avenidas y plazas, de desempleados y desplazados de ambos sexos que tratan de sobrevivir de la miseria. En el llamado auge de la minería centenares de miles de personas de todas las edades y estratos vienen laborando artesanalmente y a título de ilegales por conseguir su diario condumio, siendo ese un frente que el gobierno no ha querido o no ha podido enfrentar. Y la salud pública en imparable crisis nacional. La agricultura en doloroso receso y atraso; la construcción estancada, la industria retraída según lo ratificó su presidente el doctor Luis Carlos Villegas; de qué prosperidad nos viene hablando entonces el señor Presidente. Y adicionemos la insuperada crisis de la Unión Europea, el irresoluto desfase fiscal de USA, la recesión de la economía china, que sin duda alguna nos afectará directa o indirectamente en el futuro próximo, para que nuestro mandatario nos esté engolosinando con mensajes utópicos de bonanza y crecimiento, y se esté preparando fallidamente a proponerle al pueblo su reelección.
Cordialmente;
Rogelio Marulanda G.
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