Una de las preguntas mas frecuentes tanto en consulta como por medio de redes sociales es: ‘’ ¿Como ser buen amante?’’, respuesta que la mayoría de los hombres esperaría que fuese a su favor (sintiendo que lo son y que todas mueren por que son súper amantes), pero para ello el ‘’macho’’, debe bajar de su pedestal y entender que debe empezar a pensar en la pareja.
Es muy frecuente que el fin último (y hasta el principal) para el hombre sea el coito (introducción del pene en la vagina), que su mente esté programada en pensar que es lo que mas satisface a la mujer, que entre mas dure y mas grande tenga su pene es mas macho, lo peor de este pensamiento cultural en nuestro medio es que se tienen cada vez mas mujeres insatisfechas.
Dicha insatisfacción rara vez, es verbalizada de manera explícita y clara. Por formación cultural y sobre todo por temor a herir el ego de la pareja. Generalmente se manifiesta de manera enmascarada, siempre afectando la relación de manera negativa. La mujer se muestra irritable, sensible y con marcada tendencia al conflicto por la minucia.
No es mi pretensión que con este artículo podamos llegar a ser los mejores amantes, pero si aportaré alunas recomendaciones que mejorarán la relación en general. Ya que cuando existe satisfacción y sintonía sexual, las personas tienen mentalidad positiva, mejor sentido del humor y mayor apertura en la comunicación. Haciendo de la convivencia, un espacio mucho más agradable.
Estamos descuidando detalles que para ellas son de suma importancia:
La higiene: No existe nada más desmotivante que una persona descuidada en este aspecto, es muy frecuente que estemos acostumbrados a nuestro olor corporal y en ocasiones no percibamos un mal olor, para evitar este inconveniente es mejor mantener buenos hábitos (cepillado de dientes, sobretodo los fumadores y consumidores asiduos de café, desodorante, talco para pies etc.), es frecuente que los hombres no aseen sus partes intimas durante el día, no debemos olvidar que la orina tiene un gran contenido de ácido úrico, además del sudor por las jornadas laborales, tenemos la creencia que por no sentir el olor entonces no existe.
La presentación personal: No significa vestir de marca, sino estar bien presentados, uñas de las manos limpias, zapatos lustrados o limpios, ropa limpia.
El erotismo: Confundido generalmente con pornografía, es la parte más importante en una relación sexual. Aprender que las zonas erógenas de una mujer generan más placer que el coito, genera una satisfacción apenas del 50%. El beso como el ingrediente erótico por excelencia, es un elemento fundamental en una relación, no podemos olvidar que la piel es el órgano más extenso del cuerpo, acompañado de gran cantidad de terminales nerviosas, es decir, debemos explorar todo el cuerpo de manera pausada y disfrutando cada centímetro. El pabellón auricular, el cuello, la espalda, la parte interna de los muslos y los brazos, son lugares poco explorados y con mucha sensibilidad.
La comunicación: Factor preponderante en la relación de pareja, para la mujer el ser escuchada es de suma importancia, aspecto que regularmente esta desbalanceado por nuestra naturaleza básica. Varios autores han investigado y sustentado en estudios serios como la mujer habla mil veces más que el hombre. Ella quiere ser escuchada, mientras La mente concreta del hombre solo quiere escuchar el párrafo importante y generar una solución. Factor que suele detonar un conflicto, porque la mujer percibe que la “cayo”, él cree que le soluciono la situación que la estresaba. Con los agravantes de la convivencia y la rutina, este proceso natural pierde asertividad y distancia las personas, afectando de manera directa el deseo sexual.
Hacerla sentir deseada: para una mujer es demasiado importante el sentir que su pareja la desea y admirada, es una situación que aumenta la seguridad en ella y es importante en una relación sea, temporal o estable. Es para ella la mejor forma de sentir que es importante, que vale, que no necesariamente debe ser 60, 90, 60, es decir el estereotipo de belleza, sino que su sola presencia lo hace sentir atraído hacia ella.
Romper con la rutina: Si algo acaba cualquier relación es la rutina y muchas veces las mujeres buscan acabar con ella, pero para eso el hombre debe estar dispuesto a cambiar los malos hábitos de la rutina, cambiar de sitio de encuentro y de intimidad, hacer juegos de roles (disfraces, actuaciones de situaciones que son fantasías para ambos, como el enfermo y la enfermera, el policía y el detenido, etc.), aquí algunos ejemplos:
La gallinita ciega
Véndale los ojos con un pañuelo de seda y que no sepa por dónde esperar tu ataque. Se tendrá que concentrar en lo que siente y el jueguecito en cuestión lo pondrá cardíaco. No te prives de nada, bésalo y acarícialo por donde menos lo espere.
La dulce espera
La intensidad del orgasmo es directamente proporcional a la excitación. Pues tortúralo parando en seco cuando esté a punto de alcanzar el clímax de placer. Al principio tal vez se queje, pero después de dos o tres veces de haberlo sometido a esta “dulce” tortura, cuando finalmente dejes que toque las puertas del placer, la sensación será mucho más intensa y profunda.
El espejismo de placer
Una imagen vale más que mil palabras, ¿no?. Pues pon un espejito mágico cerca de vuestro lecho para que los dos puedan controlar de cerca sus movimientos y disfruten de la versión de sus cuerpos enlazados por la pasión.
Amor culinario
¿Te acuerdas de la escenita de Nueve semanas y media en la que empiezan a mezclar sexo y comida? Pues márcate un punto y decora tu sexo con su postre preferido. Otra sensación muy gustosa es extender crema por sus labios y besarlo así. La textura hará que el contacto sea realmente inolvidable.
De aquí no te escapas!
Una vez que esté en tu interior, contrae tus músculos vaginales. Esta sensación multiplicará su placer. Puedes jugar a contraer y dilatarlos cuando esté dentro tuyo. Hay doctrinas hindúes que aseguran que así, sin más movimiento, se puede llegar a alcanzar el orgasmo. Seguramente no llegarán a tanto, pero será divertido y aumentarás su placer. Para perfeccionarte en esta técnica puedes hacer gimnasia vaginal, es decir contraer y distender los músculos de esta zona. Es un ejercicio sencillo que puedes realizar en cualquier lugar y que, además, mejorará tu orgasmo.
Átame
Átalo a tu cama. no se trata de un sentido figurado, sino literal. Utiliza pañuelos para sujetarlo a tu cabecera impidiéndole que se mueva mientras tu decides como enloquecerlo. También puedes jugar, hacerlo esperar tus caricias hasta la exasperación, rozar su cuerpo con tus pechos…no hay tortura más dulce que esta.
Piérdete en su pecho
Ellos se pasan el día especulando con nuestros pechos, su volumen , su forma, etc. En cambio, nosotras parece que a veces ni nos fijamos en que ellos también tienen. Sus pezones son una zona de alto voltaje que aceptará de buen grado cualquier tipo de caricias, sobre todo cuando están excitados.
Ropa fuera!
Desnudarse es todo un arte que puedes perfeccionar montándole un striptease. Si lo hace, no te apures, desnúdate con calma, acariciándote el cuerpo, haciéndolo esperar cada prenda y con música de fondo.
Arroz a la cubana
¿Has oído hablar alguna vez de la cubana? Consiste en masturbar a tu pareja con tus pechos. Para dicha práctica se ha de tener un considerable volumen torácico y habilidad en este difícil arte, por lo que no está al alcance de todas las mujeres. Pero acaríciale esa zona tan preciada de su anatomía con tus pechos, le regalarás un placer infinito.
Cuidarse es placentero
Están de lo más animados y llega el momento de ponerle el preservativo. Haz que esa instancia se convierta en un juego más poniéndoselo con tu boca. Hazlo con mucho cuidado de no morderlo y colócatelo plegado en la boca. Luego se lo pones y se lo vas bajando hasta que quede perfectamente colocado. Si no eres una especialista en el tema ensaya con los dedos.
La búsqueda del tesoro
El perineo es la zona que va desde los testículos hasta el ano. Cuando está excitado se convierte en un lugar muy sensible. Presiónalo con suavidad y… arderá.
Excursión inolvidable
Una vez hecho el movimiento anterior puedes rematar la jugada haciendo travesuras por su espalda. Aunque resulte difícil de creer, algunos expertos aseguran que el punto G está en el ano de los hombres. Caricias tentadoras y algo más, pueden despertar una parte poco explorada de su sexualidad.
Cuerpo a cuerpo
Los masajes relajan, excitan y gustan. Si quieres que tu handicap como masajista esté por las nubes, utiliza tu cuerpo para hacerlo. Es el llamado “thailandés”, en el que la chica libera la tensión de su compañero con un masaje muy corporal.
Toca lo que suena
Aveces pensamos que después del pene ya no hay vida excitante. No te equivoques, los testículos son zonas muy sensibles que se excitan mucho más con las caricias y los besitos. Mientras lo tocas, deja caer la otra mano buscando otros puntos de placer.
Utilízalo!
Sus veinte centímetros pueden tener muchas más aplicaciones de las que imaginas. A parte de servir para lo que todas sabemos, también pueden ser una agradable forma de estimular tu clítoris. Puedes sujetarlo y pasarlo por donde tu sabes. Te excitarás hasta lo impensable jugando con él.
Zonas de alto voltaje
La oreja, el cuello, la nuca son zonas que pueden hacerle echar chispas. Un truco, para que tus caricias tengan mayor repercusión: prepara el terreno. Deja pasar tu cálido aliento por ellas y entonces sentirán aún más las caricias que le vas a obsequiar.
Juegos calientes
Para romper la rutina no estaría nada mal disfrutar de un juego erótico. Los hay especialmente destinados a tal efecto, en plan Pirámide del amor, o también podéis improvisar un strip póker y después hacerle recuperar sus prendas de la mejor y más caliente forma que se te ocurra.
Al ataque!
Lo mejor para conseguir un buen ataque es el factor sorpresa. Busca un sitio donde no se pueda imaginar que tú vas a tomar la iniciativa y demuéstrale de lo que sois capaz de hacer. Puedes proponerle hacerlo en el ascensor, en el mar o en la montaña.
Provócalo!
No hay nada más divertido que ponerlo en un compromiso. Si estáis en una cena, tu pie puede empezar a navegar entre sus piernas. Si vais en el coche y os detenéis en un semáforo, tu mano puede perderse en su anatomía… pero guardar el mejor momento para cuando estéis aparcados.
Teléfono Rojo
Llámalo a cualquier hora para mantener una tórrida conversación. Explícale lo que le harías si lo tuvieras delante y lo que te gustaría que te hiciera. Si él no puede hablar porque tiene a alguien delante, pasa de todo y explícale con todo lujo de detalles lo que más deseas en ese momento.
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