Requiem por el 2016

La tragicomedia está llegando a  su fin  y el  telón se dispone a caer. Es  2016, personaje del año que próximo a expirar, se envuelve en la mortaja de sus de sus contradicciones para negarse a morir. Es innegable que 2016, es un personaje fabricado de luces y sombras. El público aplaude y el enfermo en sus estertores, se niega a morir.   

Réquiem, por un año que se fue dejando esperanzas de cambio en los anhelos de cada colombiano, como seres soñadores aspirando a una vida mejor.

Réquiem , por una paz que pareciera salir de la jaula politiquera para posarse en el corazón de cada colombiano, si es que el sectarismo se lo permite.  

Réquiem, por un año en el cual la corrupción se paseó sin ninguna vergüenza y sin ningún recato por las arcas del Estado empobreciendo a unos y enriqueciendo a otros  aprovechados que no aprendieron ni practican los valores de la ética y la moral.

Réquiem por un año en el cual la oposición de Uribe con su séquito, no fue más que una estrategia politiquera con miras a las elecciones del 2018, haciéndoles creer a los incautos que son los redentores del pueblo y que fuera de ellos, “ no hay salvación”.

Réquiem, por un año que nos deja el flagelo del desempleo y la injusticia de los malos salarios afectando la calidad de vida de muchos compatriotas.

Réquiem, por un año que deja niñas y niños violados, maltratados y muertos por monstruos humanos sin conciencia dando rienda suelta a la violencia patológica. Réquiem, por una justicia injusta, que cojea para unos, para otros es invidente y para la mayoría, nunca llega.           

Réquiem, por la salud que cada día está más enferma en manos de empresarios inescrupulosos que solo les interesa llenar sus bolsillos de dinero con el pésimo servicio a los usuarios a quienes con razón se les llama, “PACIENTES “.  

Réquiem, por una educación, que aunque la promuevan y publiciten difundiendo los resultados de mejoramiento en pruebas internacionales, no se aprecian los resultados en forma tangible en  la sociedad colombiana, que deberían evidenciarse  en sus comportamientos y actitudes de sana convivencia.  

¿ Cómo se justifica que sean los llamados profesionales quienes cometan barbaridades  y atropellos delincuenciales  ? Por ignorancia, no pueden justificar sus atrocidades.¿ De qué les sirvió la universidad  ? La calidad de la educación, se evalúa por sus resultados.

Los corruptos, los violentos, tienen un respetable nivel académico, pero una conciencia torcida, de ahí sus actitudes.

Réquiem, por una clase política que en nombre de la democracia aprueban y aprueban leyes que al decir y sentir de ellos son de “beneficio” para el pueblo sin que se aprecien los resultados. Todas las leyes son de gran beneficio porque son hijos de la democracia, porque ellos son los legítimos representantes del pueblo que los eligió, pero no dicen cómo utilizan sus artimañas y trapisondas para ser elegidos.   

Réquiem, por el salario mínimo para la mayoría de los colombianos, quienes sobreviven llevados de la mano por la resistencia que les da como alimento espiritual el saber que :  “ Bienaventurados los pobres porque de ellos será ….. “. ¿Qué pensarán los de salario MÁXIMO? ¿Será que piensan? Si pensaran, no actuarían así en contra de las mayorías de sus conciudadanos.   

Réquiem, por un año que muere, pero que antes de hacerlo, le deja al  pueblo colombiano un muy buen regalo de navidad para que lo desempaque su sucesor el 2017, como consecuencia de nuestra gran  reforma tributaria con su estrella polar el 19% del IVA, impuesto que atropellará el bolsillo y el estómago de quienes tienen menos ingresos afectando su calidad de vida .

Así que por todo lo dicho y dejado de decir, 2016 puede morir en paz ,para que no peques más.

Bienvenido 2017, pero con buenas noticias.