Nos alegra como colombianos y como maestros oteando desde la atalaya de los años, que nuestra educación esté saliendo del sótano para empezar a mejorar, aunque sea con cierta timidez, la calidad que debería tener en la escala internacional.
Complace que la intención gubernamental haya hecho consciencia y que la educación, al menos en teoría, sea una de las prioridades del Estado.
Que la OCDE reconozca mediante la prueba PISA, que avanzamos, aunque no sea muy significativamente en Matemáticas, Lenguaje y Ciencias, es muy valioso y debe ser un reconocimiento a todos los sectores que silenciosamente siembran para cosechar, entre ellos a los MAESTROS que son quienes enfrentan una profesión que se ha convertido en una actividad demasiado complicada por la contaminación individual y social que todos conocemos.
Educar a unos jóvenes que están en otra onda, es obra de titanes, de magos y de personas con una dimensión profesional excepcionales.
Valioso, que los indicadores cuantitativos señalen matemáticamente que ha habido avances que se puedan expresar objetivamente, pero…, ¿ qué pasa con lo cualitativo ?
Según proyecciones, nuestro sociedad colombiana para el año 2015 tendrá qué ser la más educada de Suramérica, pero que ojalà no sea una promesa política adornada de buenas intenciones. Otra cosa es, ¿ cómo se va a lograr transformar la sociedad colombiana para el cambio, para que asuma una nueva actitud frente a la innegable crisis que vivimos ?. Las ofertas educativas han crecido por la democratización, la cobertura y la universalización de la educación como políticas jalonadas por la nueva visión humanística del ser humano. Además, deberá analizarse, si los cartones son en sí y de por sí educación y de qué calidad cuando el mundo de la globalización y el “ boom” de la tecnología han cambiado las reglas de la exigencia, llegándose a plantear la desaparición de la escuela como tal y de la influencia interrelacional entre maestro – estudiante. Pareciera en medio de esta revolución del facilismo que sacude las estructuras de la llamada conciencia social que la educación presencial tendrá que irle cediendo el paso a la virtual para permitir un mayor número de titulados sacrificando la calidad. La educación, no se puede continuar valorando con métodos obsoletos y abstractos aplacándoles terminologías que aparentemente renuevan las metodologías, las didácticas y las pedagogías. La evaluación define la promoción.. La evaluación no tiene estándares dogmáticos, ni universales, ni infalibles, es algo basado en conceptos y en teorías que siguen siendo muy subjetivos. ¿ Cómo evaluar integralmente a l ser humano para declararlo idóneo frente a la luz de unos parámetros que son subjetivos ?
Lo cualitativo debe prevalecer sobre lo cuantitativo. No se trata de cuánto sabemos , qué sabemos y para qué sabemos. Se trata de valorar el impacto real de la educación en el ser humano y en la sociedad ; se trata de vivencia los componentes intangibles a través de unas cualidades ( lat. Qualitas) : “ lo que hace que una persona o cosa sea lo que es“.
Sin. de atributo, don , virtud. Lo que se persigue por extensión, es el concepto de CALIDAD. Los títulos en su mayoría, pueden servir para alimentar el ego, pero no necesariamente garantizan que hay un desarrollo interior del ser humano. Una buena educación, que pretenda tener personas educadas, deberá cambiar la actitud de las personas hacia un mejor comportamiento, implementarndo el desarrollo integral, repotenciando las fortalezas, acrecentando valores, formando ciudadanos para la convivencia, para la paz, para la justicia que descubran y comporten como seres superiores. No es solamente la tarea de graduar por graduar con el ánimo de cartonear y titular, es lograr que los cartones se convaliden con principios ético-morales que den
fe de méritos comprobados, porque han transformado una realidad humana en otra realidad humana superior, refrendados con su testimonio.
Es innegable que nuestros gobernantes y políticos, tienen muchos títulos universitarios nacionales y extranjeros. Hasta los alcaldes de los más alejados municipios “ son profesionales”, y , de ¿ de qué les ha servido ? ¿ Quiénes son los padres de la corrupción?.
Cuando la ética y la moral, hagan parte de la formación integral del ser humano, acompañados del conocimiento, del desarrollo intelectual y demás componentes que definen LA PERSONA HUMANA, entonces si, llegaremos a tener una sociedad” más educada “ .
Duele, que crímenes que son un monumento a la barbarie, sean cometidos no propiamente por iletrados, ni por “ignorantes”, sino por personas con títulos de educación superior que de poco o nada les han servido para comportarse como seres éticos y morales.
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